
Son las diez de la mañana del 29 de octubre de 2025. Celia Rodríguez, la que fue secretaria de José Luis Ábalos y luego de … Santos Cerdán, comparece ante el juez del Supremo Leopoldo Puente. Como horas después ocurriría con el interrogatorio del exgerente del PSOE Mariano Moreno, la declaración de esta trabajadora de la Secretaría de Organización del partido, es muy confusa. Lo único claro es que la caja era un descontrol, en el que era imposible saber qué gasto correspondía a quién.
Esta mujer -a la que Ábalos se llevó a las planta noble de Ferraz en 2017 y que luego conservó su puesto con Cerdán y que todavía sigue allí- era la que manejaba los sobres con el emblema del PSOE llenos de dinero que aparecen en el sumario de ‘Ábalos-Koldo-Cerdán’ . Y la que se quejaba de tener que hacerse responsable de tanto ‘cash’.
«Normalmente venía él (Koldo) a recogerlo todo», dice con naturalidad Rodríguez sobre la forma de pagar gastos de forma «genérica» a todas las personas de la Secretaría de Organización. De hecho, reconoce que bastaba con que Koldo García, que ni siquiera ocupaba cargo alguno en el partido, «rellenara el impresito pidiendo las liquidaciones» y se le abonaba. Pero no solo a Koldo. El cash se entregaba en mano en realidad a «quién ellos mandaran», explica la secretaria de la Secretaría de Organización.
«¿Ellos¿ ¿Quiénes?», pregunta intrigado el magistrado. «Pues supongo que, vamos, supongo no, Koldo o Patricia (Patricia Úriz, entonces mujer de Koldo)». Ahí, el juez ya no da crédito. «Perdóneme, ¿pero doña Patricia también presentaba?», inquiere el togado. Rodríguez le corrige: Patricia «no presentaba» gastos; ella «me mandaba». Patricia Úriz, acaba confesando la testigo, convertida en una suerte de «mensajero» de Koldo y Ábalos, también estuvo en el tejemanejes de sobres de Ferraz, aunque tampoco ella tenía cargo alguno en el partido.
Sin «identificar»
Extraño que personas que nada tenían que ver con el PSOE recogieran dinero en metálico para trabajadores y cargos del partido e igualmente extraño la forma de pagar. Las respuestas de Rodríguez a las preguntas del juez solo hacen que aumentar el desconcierto del instructor.
«Según el procedimiento que usted nos ha explicado, había una persona que rellenaba un impreso en el que se ponía el nombre de la persona que fuese y los gastos, ¿no?», inquiere el magistrado esperando un «sí». Pero es un «no». El sistema no era tan fácil como que a cada cual se le pagaba lo que había adelantado.
«No, no se hacía. Se hacía una genérica a nombre de la Secretaría de Organización con gastos de varios compañeros», detalla la trabajadora de Ferraz. «¿Y a esos compañeros usted los tenía identificados con la documentación que le aportaban? ¿Se podía saber qué compañeros habían hecho los gastos?», pregunta de nuevo el juez Puente. La respuesta de la secretaria que repartía los sobres es rotunda: «No».
Enlace de origen : La secretaria de los sobres de Ferraz en el Supremo: gastos «genéricos» sin posibilidad saber de quién