«No se trata sólo de algunas decenas de personas implicadas, sino de muchas más». Ezio Gavazzeni, el escritor que ha propiciado que la Fiscalía … de Milán abra esta semana una investigación sobre los italianos que participaron en las cacerías humanas durante el asedio de Sarajevo, que se prolongó entre 1992 y 1996 y en el que fallecieron más de 11.000 civiles, trata de mantener un equilibrio entre las ganas de destapar la magnitud del horror y la necesidad de respetar la confidencialidad con la que se desarrollan las indagaciones de la Justicia. «No puedo decirlo», responde, de hecho, a las preguntas telefónicas de este diario acerca de quién organizaba los ‘safaris humanos’ en los que ricos hombres europeos y norteamericanos pagaban por apostarse en colinas alrededor de Sarajevo para disparar impunemente desde allí a la población civil.
Sí que explica en cambio Gavazzeni que, en su investigación, concentrada en las 80 páginas que ha presentado a la Fiscalía, no ha recogido «ningún testimonio» de que hubiera españoles entre los ‘francotiradores de fin de semana’, como se conocía a estos amantes de las armas que, según aclara, no actuaban por motivos ideológicos. «No hemos visto ninguna relación con la ultraderecha, como ha dicho erróneamente algún diario italiano. Se trataba de personas muy ricas y bien relacionadas en sus contextos sociales, con una reputación muy grande y amor por las armas y la caza. Ese es el denominador común que hemos encontrado en todos los perfiles. Pero no actuaban por motivos políticos. Lo que querían era sentir emociones fuertes, tener una descarga enorme de adrenalina y poder volver luego a sus vidas de manera impune tras haber matado a una persona», cuenta este escritor y periodista.
Los participantes en los ‘safaris’ de Sarajevo vivían al fin y al cabo esta experiencia como «una demostración máxima de poder», hasta el punto de que algunos de ellos «incluso se jactaban de ello en su círculo más cercano». Gavazzeni ha sabido de ello a través de las personas de confianza de algunos de los ‘francotiradores de fin de semana’, que pagaban grandes cantidades de dinero para participar en estos macabros ‘safaris’. El ‘viaje’ comenzaba en la ciudad italiana de Trieste, desde donde volaban hasta Belgrado para dirigirse luego a las colinas que rodean Sarajevo, donde estaban apostados los milicianos serbo-bosnios que controlaban el asedio. «Toda esta experiencia les salía por una cantidad equivalente a lo que vale hoy un piso de dos dormitorios en Milán. Estamos hablando de entre 250.00 y 300.000 euros actuales», afirma.
En el objetivo
«Nadie quedaba excluido. Si era un niño de 5 años el que se ponía a tiro, no se detenían por ello»
Los implicados
Gavanezzi no tiene constancia de la presencia de españoles en estos ‘safaris’ que costaban unos 300.000 euros
Aunque han pasado 30 años desde entonces, Gavazzeni se muestra «confiado» en que pueda acabar sentado en el banquillo de los acusados alguno de los italianos que participaron en aquellos hechos. «Si no tuviera esperanzas, no habría dedicado tanto tiempo a indagar sobre este tema ni habría depositado toda la documentación en la Fiscalía. Hará falta también suerte, pero ojalá se pueda procesar a 2 ó 3 personas, al menos». En su investigación, el escritor ha obtenido varios nombres de los participantes en los ‘safaris’ de Sarajevo que siguen con vida, por lo que es posible que acaben al menos siendo interrogados por la Justicia, al no haber prescrito los abyectos delitos que habrían cometido.
«Infligir el mayor daño posible»
Sin querer dar detalles sobre el posible ‘tarifario’ que se cobraba a los ‘francotiradores de fin de semana’ según dispararan a un hombre, a una mujer o a un niño, Gavazzeni sí que aclara que «nadie quedaba excluido», por lo que «si era un pequeño de 5 años el que se ponía a tiro, no se detenían por ello». El objetivo de estas personas era «lograr una suerte de trofeo e infligir el mayor daño posible». En la documentación presentada ante la Fiscalía hay un informe elaborado por una criminóloga en el que se esboza el perfil psicológico de estos individuos, personas «casi normales, profesionales respetados y bien relacionados que eran capaces de asesinar durante el fin de semana sólo por el subidón de adrenalina y la sensación de poder». De hecho, tras esta brutal experiencia en Sarajevo, regresaban a sus casas, en la mayor parte de los casos en el norte de Italia, y continuaban con sus vidas como si nada hubiera pasado.
Gavazzeni cree que estos ‘safaris’ eran posibles en la capital bosnia debido al «contexto muy favorable» que ofrecía en aquellos años la antigua Yugoslavia desangrada por la guerra civil, en la que había «todo tipo de tráficos, muchas milicias, grupos paramilitares y delincuentes, por lo que resultaba muy fácil mezclarse». Aunque hoy «todo ha cambiado», no descarta que siga habiendo quien trate de aprovechar los conflictos armados actuales para disparar impunemente contra civiles. Reconoce el escritor que hay «rumores» de que eso podría estar pasando en la guerra de Ucrania, pero no tiene más información al respecto.
Enlace de origen : Millonarios sin escrúpulos en las cacerías humanas de Sarajevo: «Si un niño de 5 años se ponía a tiro, no se detenían»