Más de un espectador, a pesar de la sobreinformación actual, se preguntará, al ver la recién estrenada cuarta temporada de ‘The Witcher’, ¿dónde está Henry Cavill? El popular actor que encarnó a Superman en la adaptación de Zack Snyder, ahora enfrascado en la tercera parte de ‘Enola Holmes’ y la nueva versión de ‘Los inmortales’, decidió no seguir en el proyecto, pero, lejos de bajar la persiana, Netflix persiste en su apuesta por el proyecto suplantando sin miramientos a su actor protagonista. Liam Hemsworth, tras meter mil horas en el gimnasio, es el elegido para la continuación de la causa, con un inevitable peso encima que no termina de quitarse. No es fácil sustituir a un compañero con carisma y músculos, pero en esta ocasión se nota sobremanera. El hermano de ‘Thor’ -perdón, Liam Hemsworth-, visto en la saga de ‘Los juegos del hambre’ y en películas como ‘Poker Face’ o ‘Misión hostil’, luce bien en pantalla, caracterizado del cazador de monstruos de blanca melena. Sin embargo, los guiones de esta nueva sesión no están a la altura de sus entregas predecesoras. Hay sustanciales cambios que no es fácil asimilar. El tono va y viene, se evitan las escenas de erotismo y los personajes se mueven de un lado a otro sin un motivo contundente, como si se transportasen de pantalla en pantalla en un videojuego poco trabajado. Los conflictos se estiran, viviendo de las rentas, y se rebaja la calidad de los diálogos. Únicamente son destacables las escenas de acción, con llamativas coreografías y efectos visuales en sintonía que no alivian la sensación de aburrimiento. El resultado no ha funcionado como se esperaba. Las visualizaciones han caído notablemente. Según fuentes estadísticas, a la mitad. Ahí es nada.
El bajón de espectadores supone un duro varapalo para esta etapa renovada en la que Geralt de Rivia como avatar de Netflix pasa a ser exclusivamente Hemsworth. Una decisión discutible, al igual que tantas otras. A diferencia de la anterior temporada, esta vez no se ha estrenado en dos partes, como ‘Stranger Things’, uno de los incontestables hits de la afamada plataforma que pronto llegará a su fin. El cambio de cara del protagonista ya dio pie a numerosas teorías en las redes sociales. El anunciado posible tropezón en la andadura de esta adaptación de los conocidos libros y videojuegos se ha convertido en una realidad. Recordemos que su lanzamiento en 2019 obedecía a la búsqueda de una respuesta a ‘Juego de Tronos’, cuyo testigo no ha terminado de recoger ninguna nueva producción en streaming hasta la fecha. El bestiario que despliega ‘The Witcher’ es uno de sus puntos fuertes. Su retorno nos ha traído alguna novedad reseñable, como la figura de un enigmático vampiro hechicero encarnado con sobriedad por Laurence Fishburne, uno de los logros, que también los hay, en esta vuelta al ruedo audiovisual de la imaginería del escritor Andrzej Sapkowski.
Lo mejor de la temporada
Geralt de Rivia es lo mejor de ‘The Witcher’. Por tanto, optar por otro artista para encarnar al letal brujo no es una decisión comprensible. Cavill no es un intérprete genial, lleno de gestualidad, pero su físico resulta contundente. Llena el encuadre, aunque esté limitado en lo referente a la expresividad. Hemsworth, con su porte, no atraviesa la pantalla, no logra el mismo efecto, a pesar de que pone toda la carne en el asador. El cariño que algunos espectadores tienen al cazador de pelo cano, un crack con la espada, enamorado de la bruja Yennefer de Vengerberg, interpretada por Anya Chalotra, se desmorona por un problema de casting. Por lo demás, los humanos siguen siendo peores que las criaturas infernales en esta leyenda que mezcla espada y brujería. La intriga política pierde peso, aunque haberla, hayla. El villano de la función se atraganta y brillan especialmente, como adelantábamos, las peleas cuerpo a cuerpo y los mandobles mortales con el filo del acero. Sangre no falta, hay brutalidad en las escenas de violencia, lo que puede llegar a inquietar.
La caída de audiencia de la serie es llamativa, lo que no quita que los fans completistas sigan devorando el producto. Además, viene acompañado de un filme estrenado aparte, también estos días, ‘Las Ratas: Una historia de The Witcher’, cuyo visionado es recomendable al final de la temporada. Protagonizan la aventura los miembros de la banda de ladronzuelos que acompañan a Ciri, la chica fantástica, en su viaje. No es una película a destacar ni un epílogo loable, pero habrá quien la disfrute igualmente. Hemsworth aceptó el papel como fan de los videojuegos de partida, entrenando hasta sentir que la espada es una extensión de su cuerpo, creyendo poder aportar algo nuevo al personaje (¿humanizarlo?) en el live action, pero el relato no le ha dejado mucho margen de maniobra y la sombra de Cavill es alargada. El show no entretiene todo lo que debiera, ni con algún número musical liderado por el bardo, a ratos irritante. ‘The Witcher’ acabará con una quinta y última temporada, ya en producción. Geralt de Rivia, el Lobo Blanco, un aguerrido héroe parco en palabras, siempre moviéndose en la fina línea entre el bien y el mal, queda mejor retratado en la saga literaria. Siempre nos quedarán los libros.
Enlace de origen : 'The Witcher' (temporada 4): regresa el brujo con otro rostro
