
No hay descanso en el castigo bursátil a Telefónica. Pese al desplome del 13,12% sufrido en la sesión del martes -su peor sesión desde … la pandemia, con la cotización de la operadora temblando por debajo de los 4 euros-, las acciones de la compañía no logran rebotar este miércoles. Es más, tras un inicio de jornada extremadamente volátil, sus títulos caen a media sesión un 2,6% hasta los 3,63 euros, golpeando ya no solo a los minoristas con el valor en cartera, sino también a los grandes accionistas como el propio Estado, que mantiene una participación del 10% que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) adquirió a un precio medio de 4,0295 euros por acción.
A los niveles actuales, esa inversión -que en su día rozó los 2.300 millones de euros- ya ha entrado en pérdidas latentes. En concreto, el peso de la Sepi tiene un valor tras las caídas de 2.058 millones, por lo que esas pérdidas latentes rondarían los 226 millones de euros, aunque hay que tener en cuenta los dividendos ya cobrados.
Aunque algunos analistas anticipaban un rebote tras el duro desplome de ayer, los inversores siguen desconfiando de los planes de Marc Murtra, especialmente de la decisión de meter un tijeretazo al dividendo con cargo a 2026 hasta recortarlo a la mitad. En solo dos días, los títulos de la operadora caen un 20%, en los que se han volatilizado 5.300 millones de euros de su valor en Bolsa, que ahora apenas supera los 20.500 millones de euros.
«Para leer las caídas de Telefónica tenemos que pensar en la base de accionistas de dicha empresa y qué es lo que busca: para una compañía con bajos crecimientos, los inversores esperan una política de dividendos estables, por lo que el recorte anunciado ayer ha causado una salida importante», apuntan los analistas de XTB.
La opinión es prácticamente unánime: «La contrapartida del recorte del dividendo no es un mayor perfil de crecimiento, que sigue siendo similar, incluso inferior, al anterior Plan Estratégico 2023/2025», apunta Elena Fernández-Trapiella, analista de Bankinter. Reconoce que el ajuste del dividendo «da flexibilidad financiera al grupo», pero advierte de que esta decisión también «limita la visibilidad para los accionistas». «El Plan Estratégico decepciona y la fuerte revisión a la baja para 2025 con el año tan avanzado merma la credibilidad del grupo. A pesar de una caída de -12%, hoy el valor pierde atractivo y no vemos catalizadores para una recuperación sostenida», añade la experta.
Desconfianza en los mercados
«El mercado está reaccionando con desconfianza», coincide Javier Molina, analista de eToro, que apunta también a la ausencia de detalles por parte de la compañía ante posibles planes de consolidación. «El plan plantea un crecimiento moderado, entre el 1,5% y el 3,5% anual en ingresos y ebitda, y una reducción del apalancamiento hasta 2,5 veces, apoyado en ahorros operativos que podrían alcanzar los 3.000 millones de euros en 2030. Sin embargo, la presentación carece de catalizadores inmediatos y llega en un momento en el que el mercado exige visibilidad y ejecución más que proyecciones de largo plazo», asegura el experto.
Desde un punto de vista técnico, considera que la acción se mueve en una zona crítica, con soporte clave en los 3,70–3,80 euros que ya ha perdido a primera hora de la mañana. «Si ese rango se pierde, el valor podría buscar apoyo en torno a 3,50 euros, nivel donde confluyen referencias de medio plazo. Si, por el contrario, los 3,70 aguantan, el rebote podría tener recorrido hacia los 4,00 y 4,14 euros», indica Molina.
Enlace de origen : Las caídas vuelven a Telefónica y golpean la participación del Estado en la operadora