
Con un empate virtual entre el Partido por la Libertad (PVV) -la formación del ultraderechista Geert Wilders- y los liberales Demócratas 66 (D66) en las … elecciones celebradas el miércoles en Países Bajos, la atención se centra ahora en el recuento de votos. Los liberales (16,9% de los sufragios) aventajaban al cierre de esta edición a los populistas (16,7%) por poco más de 15.000 papeletas, aunque ambos obtendrían con estos números 26 escaños. Estos resultados suponen un mazazo para Wilders, que pierde 11 asientos en el Parlamento neerlandés, y este retroceso unido al veto de los grupos tradicionales enfrían las posibilidades del líder ultraderechista de formar parte de la futura coalición de gobierno.
La sensación de derrota en el PVV contrastaba este jueves con la euforia de D66 y de su líder, Rob Jetten, que ha dado la sorpresa al pasar de una representación de apenas 9 escaños en el Parlamento a igualar a los populistas, con 26. También consiguen buenos resultados los conservadores del VVD, el partido del ex primer ministro Mark Rutte, con 22 escaños. El bloque de los socialdemócratas y los verdes se quedan con 20, 5 menos que en las elecciones 2023, lo que provocó la dimisión de su dirigente, Frans Timmermans. Los cristiandemócratas (CDA), por su parte, suben de 5 a 18 asientos.
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Casi todos los municipios de Países Bajos habían anunciado este jueves sus resultados y sólo quedaban por saberse los datos definitivos de Ámsterdam, que -con un 20% pendiente de escrutar- no se espera que estén hasta esta noche. Tampoco se conocían aún los de Almere y Venray, y un incendio en el ayuntamiento de Limburgo obligó a interrumpir el recuento de votos en la localidad. Las papeletas que quedan por revisar en la capital favorecerán previsiblemente a D66, ya que la tendencia de voto en esta ciudad suele ser más progresista que en el resto del país. Los votos emitidos por los neerlandeses que residen en el extranjero (unos 135.000) se contabilizarán como muy tarde el lunes por la noche.
El Parlamento, por ahora, ha aplazado hasta el próximo martes la designación de un candidato para encargarle la formación de gobierno, un trámite que estaba previsto para este viernes. Serán días de máxima expectación y de principios de negociación entre los partidos, en busca de un gabinete que dé estabilidad al país, que ha celebrado tres elecciones en los últimos cinco años. En esta última cita llama la atención la alta participación, en torno al 78,4%, superior a la de 2023. La cifra contrasta además con el «desencanto político» que la mayoría de neerlandeses dice sentir, según una encuesta gubernamental.
Resultados | Demócratas 66 (D66)
16,%
de los votos
cosecha el partido liderado por Rob Jetten, según el recuento más reciente. Pasa de 9 a 26 escaños.
Resultados | Partido por la Libertad (PVV)
16,7%
de las papeletas
logra la formación de Geert Wilders. Pierde 11 asientos en el Parlamento y se queda con 26.
La particularidad del sistema político neerlandés -que no permite a ningún partido alcanzar los 76 escaños necesarios para gobernar en solitario- augura un periodo largo de diálogo. Matemáticamente, harán falta al menos cuatro partidos para formar el próximo Ejecutivo de Países Bajos, lo que rebaja las posibilidades de los ultras de llegar al poder, debido al veto de las siglas tradicionales, que creen que es momento de poner fin a la ‘era Wilders’.
La conservadora Dilan Yesilgoz-Zegerius (VVD) también apuntó en el último debate antes de los comicios a una posible coalición de «centro-izquierda», lo que abre la puerta a que pacte con D66 y el bloque de socialdemócratas y verdes. A esta alianza le bastaría con sumar otros 10 escaños (con los cristianodemócratas del CDA u otros grupos con menos representación) para asumir el poder.
El retroceso del voto al líder ultraderechista y el enfado del resto de partidos se debe, en parte, a que fue el propio Wilders quien dinamitó el anterior Ejecutivo de coalición con una controvertida ley migratoria, que buscaba bloquear las solicitudes de asilo y la devolución de todos los refugiados sirios a su país de origen, entre otras medidas. La forma de actuar imprevisible del populista y sus polémicas propuestas han provocado que los partidos tradicionales descarten aliarse con él en el futuro más cercano.
Problemas sin solucionar
El ‘Trump holandés’ también ha fallado a la hora de resolver las preocupaciones de los ciudadanos, entre las que destacan la crisis de vivienda -sobre todo en ciudades como La Haya y Ámsterdam-, la migración y los problemas para acceder a una red de cuidados asequible. Las soluciones simplistas de Wilders no han servido para solventar los enormes desafíos que enfrenta el país.
El retroceso de los radicales neerlandeses sirve como termómetro para el resto de Europa
Mientras, el resto de partidos ha logrado atraer a sus votantes durante la campaña electoral desmarcándose del ultraderechista. En 2023, en cambio, los conservadores del VVD -hasta entonces la formación más votada- se abrieron a gobernar con Wilders tras años de vetos, lo que provocó una desbandada de electores que fueron a parar al líder radical.
Las elecciones en Países Bajos sirven además como termómetro del voto a la ultraderecha en Europa, que es fuerte en Estados miembros de la UE como Italia, Portugal, Francia y ciertas regiones de Alemania. La caída del PVV y el posible gabinete sin Wilders -que en la práctica supondría destronar al dirigente populista- hacen pensar que la extrema derecha neerlandesa llegó a su techo en 2023 y que ahora va perdiendo fuerza, en favor de otras tendencias más moderadas, como demuestra el avance de D66.
Hasta ahora la tendencia en el resto de Europa ha sido la contraria, con fuertes subidas en países como Austria, Bélgica y Francia, entre otros. En otras naciones, como España y Estonia, estas fuerzas perdieron peso. Y el caso de Wilders en Países Bajos podría ser un aviso a navegantes.
Enlace de origen : Los liberales frustran las aspiraciones ultras en Países Bajos para alivio de la UE