Sin la brillantez que sigue echando en falta desde que arrancó la temporada y ofreciendo muestras de nuevo de ir muy justo en el apartado físico, el Real Madrid volvió a tirar de oficio este miércoles para solventar un partido gris frente a la Juventus que permite al conjunto de Xabi Alonso mantener el pleno de victorias en la fase liga de la Champions.
Un gol de Bellingham, que todavía se encuentra muy lejos de aquel soberbio todocampista que deslumbró en su primera temporada en Chamartín pero que conserva intacto el don que le permite estar casi siempre en el sitio oportuno, y la extraordinaria dirección de campo de Arda Güler, que se retiró ovacionado por el Santiago Bernabéu tras ofrecer un nuevo recital de clase y entrega, fueron suficientes para que los blancos tumbasen a una Juventus que es hoy una caricatura de aquella Vecchia Signora acostumbrada a marcar el paso en Italia y meter miedo también en Europa pero que, aún así, tuvo hechuras suficientes para comprometer hasta el último momento a un Real Madrid que tampoco está para fiestas y que llegará al clásico con mejores resultados que sensaciones, pero satisfecho al fin y al cabo por seguir cubriendo etapas sin más tropiezos reseñables que aquel tan bochornoso que sufrió en el Metropolitano.
Pese a que el choque llegaba como entrante de un banquete cuyo plato estrella se servirá el domingo, Xabi Alonso no se guardó casi nada. La nota más llamativa en el once del guipuzcoano fue la aparición de Brahim en el flanco derecho del ataque, hasta ahora ocupado de forma preferente por Mastantuono sin que el argentino haya justificado aún su derecho a tener patente de corso.
Real Madrid
Courtois, Valverde, Asencio (Gonzalo, m. 88), Militao, Carreras, Arda Güler (Camavinga, m. 74), Tchouaméni, Bellingham, Brahim (Mastantuono, m. 84), Mbappé y Vinicius (Fran García, m. 84).
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Juventus
Di Gregorio, Gatti, Rugani, Kelly, Kalulu, Koopmeiners (Locatelli, m. 75), Thuram (Conceiçao, m. 62), McKennie, Cambiaso (Kostic, m. 88), Yildiz (David, m. 75) y Vlahovic (Openda, m. 75).
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Gol:
1-0: m. 57, Bellingham. -
Árbitro:
Slavko Vincic (Eslovenia). Amonestó a Brahim. -
Incidencias:
Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu.
En la Juventus, la principal noticia fue la presencia como referente ofensivo de Vlahovic, delantero que la Vecchia Signora reclutó cuando el serbio parecía el tercero en discordia dentro de la pugna entre Mbappé y Haaland por erigirse en el mejor cañonero del fútbol mundial pero que, cuatro años después, tuvo colgado el cartel de transferible este verano.
La presencia del balcánico, un nueve de la vieja escuela, cobraba pleno sentido a tenor del plan contragolpeador con el que la Juventus saltó al Santiago Bernabéu y que le permitió lanzar tres avisos en el primer cuarto de hora por mediación de Kalulu, McKennie y Gatti. Dos los apagó un Courtois de nuevo excelso y otro Asencio, que también evitó un gol de Openda en la segunda parte jugándose el físico.
Los locales, perezosos y espesos de entrada, tardaron en asentarse el tiempo que necesitó Arda Güler en peritar el duelo y comenzar a desplegar su talento asociativo. El turco se ha erigido en capitán general de este Real Madrid que aún busca una identidad definida. Roba, organiza, corrige y hasta orquesta las acciones de estrategia. Su dinamismo contribuyó a que su equipo fuese desembarazándose paulatinamente de la atonía general con la que compareció al pleito y comenzasen a llegar las ocasiones. Las mejores antes del descanso las tuvieron Mbappé, que se estrelló contra Di Gregorio tras ser habilitado por un chisposo Brahim, y Militao, al que se le fue alto el disparo tras un pase atrás de Mbappé después de que el ’10’ emulase a Butragueño congelando el tiempo en el área.
A ritmo trotón
Con todo, el ritmo trotón del Real Madrid era insuficiente para desarbolar a un rival bien abrigado al que no le dolían prendas a la hora de meterse en su área para disponer una defensa numantina y aguardar su oportunidad al contragolpe. La tuvo la Juventus al inicio de la segunda parte con un carrerón de Vlahovic que aguantó Militao lo justo para dificultar un remate que, no obstante, exigió una monumental respuesta por parte de Courtois.
Mostraba otra vez más energía la Juventus, que dejó escapar de nuevo el gol con un centro de Yildiz que se paseó sin encontrar rematador. Y ya se sabe que quien perdona suele pagarlo caro en el Bernabéu porque el que casi nunca indulta es el Real Madrid.
Los blancos alcanzaron el tanto de la victoria con un culebreo de Vinicius en el área que acabó con remate del brasileño al palo. El rechace lo recogió Bellingham, quien, lejos aún de sus mejores días, conserva el olfato. A falta esta vez de los recurrentes goles de Mbappé, que se quedó sin ver puerta once partidos después, al Real Madrid le bastó con el filo de Bellingham y de Vinicius, la seda de Arda Güler y el escudo de Courtois para sacar adelante otro pulso de espíritu burocrático antes de un clásico que obligará a los blancos a subir el nivel.
Enlace de origen : Bellingham y Arda Güler alumbran otro partido gris del Madrid