Mercedes, la mujer asesinada en su casa en el barrio de los Lirios, tenía decidido separarse de su marido después de la cita médica que … tenía programada para el día 14 para previsiblemente recibir el alta y retomar su actividad laboral. «No estoy viviendo y quiero vivir». Así se lo confesó a una de sus hermanas poco antes del crimen y así lo ha declarado este familiar en la vista oral que se sigue contra A. E. M., acusado de asesinar a su esposa en la madrugada del 13 de octubre de 2020.
La relación entre hermanas era «fluida», hablaban por teléfono todas las semanas y en esas conversaciones Mercedes le confió que «no podía con la situación que tenía, que si él no cambiaba quería separarse, se quejaba de que no hacía vida de matrimonio, él se iba de casa por la mañana y cuando ella llegaba de trabajar él todavía no había vuelto», ha relatado. Ella tenía miedo de su reacción: «Este igual la monta», le dijo.
La hermana, según ha explicado, se enteró de lo ocurrido mientras viajaba a Bilbao en autobús. Le telefoneó su marido y le dijo que su sobrino había contactado con él porque «Merche» había muerto. «El acusado no se puso en contacto con nosotros para darnos la noticia. Pensamos que igual se había caído, que le había dado un infarto por lo delicada que estaba, barajamos todas esas hipótesis. Nos fuimos enterando por cuentagotas de cosas que nos teníamos que haber enterado desde el principio».
El funeral se preparó para el viernes de esa misma semana, pero contactaron con ellos «para decirnos que no nos daban el cuerpo porque la juez quería hacer otra autopsia. Entonces ya vimos que no había nada normal, no nos transmitían nada», ha lamentado.
La versión sobre la relación entre Mercedes y su marido ofrecida por la hermana difiere de la que ha aportado en la misma jornada de juicio una vecina de Gumiel del Mercado, el pueblo natal de la víctima, y con quien ha dicho que mantenía muy buena relación. «Nunca me dijo que quería separarse. Al ver a cada uno por su lado, yo sí le pregunté si no habían pensado en separarse. Ella me contestó que no, nosotros tenemos una vida normal y corriente».
El día 13 recibió una llamada de un primo. Él le transmitió lo sucedido, así que de inmediato llamó a A. E. M. y «me dijo: me la han matado, me la han matado». El día anterior le había visto en Gumiel, sobre las 13.00 horas, tomando vermú en la vinoteca del pueblo.
De acuerdo con su versión, la relación entre la víctima y sus hermanos no era una «unión de hermanos, no eran una familiar unida». Además, ha asegurado que quien cuidó de Mercedes mientras estuvo convaleciente de una operación fue su marido. «Ella me decía que el le tenía que ayudar en todo porque no podía moverse».
Enlace de origen : «No estoy viviendo y quiero vivir», dijo la víctima a su hermana