Es el ‘mail’ que pone contra las cuerdas a Begoña Gómez. El correo electrónico más comprometedor a la hora de rebatir la acusación de malversación … por haber utilizado supuestamente a la asistente de Moncloa María Cristina Álvarez Rodríguez para sus negocios privados y para lanzar su carrera profesional. Ese correo electrónico, ahora de manera íntegra, aparece en los nuevos tomos del sumario que instruye el juez Juan Carlos Peinado y que éste ha entregado en las últimas horas a las partes personadas en la causa.
Ese ‘mail’, que consta en la página 6.899, tomo XXII, de las diligencias previas, apuntaría a que Álvarez usó su cargo como directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia no solo para gestionar los pequeños flecos del día a día de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva (TSC) de la Complutense que codirigía Gómez entonces, sino también para los eventos más relevantes relacionados con la actividad académica.
El mensaje electrónico está remitido desde el correo oficial de la asistente de Moncloa (@presidencia.gob) y con el emblema oficial de ‘Presidencia del Gobierno’. Álvarez firma ese ‘mail’ con su nomenclatura como ‘directora de Programas’ adscrita a la ‘Secretaría General de Presidencia’ y facilita como contacto su teléfono móvil, también oficial, del complejo gubernamental.
En esa comunicación, fechada el miércoles 10 de noviembre de 2021 a las 12:17 del mediodía (en plena jornada laboral), Álvarez se dirige a la directora de Comunicación Institucional y RSE de Reale, Pilar Suárez-Inclán. Reale era uno de los patronos de la cátedra.
La asesora de Moncloa le hace llegar a Suárez-Inclán los «datos técnicos» para que se los haga llegar a otro directivo de Reale sobre un acto denominado «Silver Economy» que se había a desarrollar el 25 de noviembre de ese 2021 en IFEMA (Feria de Madrid) y en el que esperaban una asistencia de unas 500 personas.
En todo momento, la asistente de Moncloa habla en primera persona del plural, como si ella misma fuera parte de la cátedra: «sería importante que nos hiciera llegar una foto», «que nos lo envíe también»… «Quedamos también a la espera de un contacto para poder coordinar esa previa reunión», llega a escribir también la asesora de Moncloa, volviendo a usar la primera persona del plural y reconociendo que ella está en la «coordinación» de esos trabajos para el gran evento de la cátedra de Gómez.
Enlace de origen : Tomo XXII, página 6.899: el 'mail' que pone contra las cuerdas a la mujer de Sánchez