Daniel Panero
Domingo, 19 de octubre 2025, 10:48
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Hansi Flick vive una temporada de alta tensión, seguramente porque este Barça es mucho más vulnerable que el del curso anterior. El técnico alemán ha dejado de ser ese entrenador apacible, de sonrisa permanente, y ha pasado a ser un técnico mucho más vehemente, que no duda en levantar el tono y que incluso es capaz de perder los nervios como le ocurriera este sábado frente al Girona en el Lluis Companys. Es una nueva versión de sí mismo, una más pasional y que ya ha dejado varios rifirrafes en apenas nueve jornadas.
Y es que llueve sobre mojado con Flick, que ha decidido no pasar ni una este curso. Su primera salida por la tangente fue el día del partido del Barça en Vallecas. En ese encuentro, los azulgranas, muy grises, no pudieron pasar del empate y el técnico alemán no se anduvo con medias tintas en la rueda de prensa y dio un toque de atención de los de época. «No estoy feliz con mi equipo. El año pasado jugamos y trabajamos como equipo y lo más importante es que no haya egos porque esto mata al éxito del equipo», afirmó en aquella ocasión Flick, más serio de lo habitual.
Fue el primer aviso de un Flick con la escopeta cargada. Aquel día el objetivo fue la actitud de los jugadores y poco después le llegó el enfado un Luis de la Fuente que no dio descanso a Lamine Yamal durante el parón internacional por los partidos de selecciones de septiembre. «Es una pena. Ya se fue de aquí con dolor. Le dieron analgésicos, jugó 73 y 79 minutos, y entre los dos partidos no entrenó. Eso no es tener cuidado de los jugadores. Estoy muy decepcionado», cargó Flick contra el seleccionador español en una discusión siguió latente incluso en octubre, cuando Lamine Yamal no acudió a los compromisos de Georgia y Bulgaria por lesión.
Escopeta cargada
La siguiente polémica con la que ha tenido que lidiar tiene también a Lamine Yamal en el ojo del huracán. Según El Larguero, Deco, el director deportivo, tuvo que mediar para que el joven extremo jugara de titular contra el PSG tras haber llegado tarde a la sesión de activación. Esta noticia llegó hasta la rueda de prensa previa al compromiso contra el Girona y a Flick no le gustó. «Me gustaría saber de dónde sacan ese rumor. Es una mierda. En este club, con Deco y con el resto de profesionales, tengo una relación de verdad. Creo en mi trabajo, tengo la confianza de ellos y no nos lo pedirían. El que lo ha dicho, ha mentido», espetó.
La tensión de la sala de prensa se trasladó al partido y Flick vivió el duelo contra el Girona con una dosis extra de emoción. Se enfadó con el gol anulado a Cubarsí y puso el grito en el cielo con el tiempo añadido del final del choque, lo que le valió para ver dos amarillas y una roja que le impedirá estar en el clásico del próximo domingo. El colofón llegó con el gol de Araujo en el último minuto. Flick sacó de dentro toda la tensión. Corrió, realizó tres cortes de mangas y liberó toda la adrenalina que tenía acumulada, esa que este año parece estar más presente que en el ejercicio precedente, con triplete nacional.
Enlace de origen : Los nervios de Flick evidencian el descontrol de este Barça