
Donald Trump ha recibido a Volodímir Zelenski en la Casa Blanca para celebrar una reunión que puede resultar definitiva para el futuro de la paz … en Ucrania. El presidente kievita, en sus primeras declaraciones, ha manifestado que el líder ruso, Vladímir Putin, no está aún dispuesto para poner fin a la guerra. «Entendemos que Putin no está realmente, creo, preparado, pero creo que confío en que con su ayuda podemos detener esta guerra», le ha dicho al líder republicano.
Zelenski ha considerado que este es el momento de «impulsar» un proceso de paz porque, a su entender, «no tienen éxito en el campo de batalla». «Sufren muchas pérdidas» en combate y «tienen muchas pérdidas en la economía y en la población», ha añadido.
El presidente de EE UU ha explicado, por su parte, que «vamos a hablar» de la entrega de misiles Tomahawks, aunque ya ha advertido que proporcionar estos proyectiles a Kiev supondría «una escalada». Trump parece dispuesto a convencer a su invitado de celebrar una reunión entre Zelenski y Putin. Existe una «tremenda mala sangre» entre los dos mandatarios, ha señalado, lo que está «retrasando el acuerdo». «Pero creo que lo lograremos y que debemos lograr que sea lo más duradero posible. Como dije en Oriente Medio, eterno»,ha dicho Trump.
«No es el momento»
Vladímir Putin parece haber ganado una vez más por la mano a Volodímir Zelenski. O así lo predicen algunos analistas occidentales a la vista de la reacción de Donald Trump posterior a la conversación que mantuvo este jueves con el líder ruso. Apenas unas horas antes de reunirse con el jefe del Estado ucraniano, con el que almuerza este viernes en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos parece haber vacilado en su promesa de entregar misiles Tomahawk a Kiev y ha explicado que EE UU «también los necesita». El líder republicano ha añadido que mantiene su apuesta por aumentar las sanciones a Moscú a causa de su empecinamiento en continuar la guerra. Pero a renglón seguido ha puntualizado: «Puede que éste no sea el momento ideal».
Trump mira ahora a Budapest, donde en dos semanas se reunirá con su par ruso si se desarrollan adecuadamente las negociaciones preparatorias entre su secretario de Estado, Marco Rubio, y el jefe de Exteriores Serguei Lavrov.
Zelenski acude a la Casa Blanca cargado de nuevo de todo tipo de incertidumbres, como en sus dos visitas precedentes, cuando, en un principio, la sensación era que conseguiría sus principales ruegos a Washington: la transferencia de los poderosos misiles Tomahawk, la entrega posible de proyectiles Patriot e, incluso, el levantamiento del veto a otras herramientas ofensivas de largo alcance.
Durante el mandato anterior en la Casa Blanca, Joe Biden envió a Ucrania el Sistema de Misiles Tácticos del ejército (ATACMS). Estos proyectiles tienen la ventaja de llegar a 320 kilómetros de distancia, mucho más allá de la artillería convencional, son subsónicos y difíciles de interceptar. El presidente demócrata los mandó a Kiev como factor de disuasión y su sucesor tiró más tarde de las riendas. Otorgó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, la capacidad de veto para emplearlos dentro de Rusia. Moscú ha sido beligerante con los misiles de origen estadounidense. Como sucede con los Tomahawks, considera el uso de esta munición como una prueba de la participación norteamericana en la guerra.
Las declaraciones que se han cruzado los dos mandatarios en las últimas horas son reveladoras de las posiciones de cada uno. «También necesitamos Tomahawks para Estados Unidos de América», ha dicho Trump. «No podemos debilitar a nuestro país. Son vitales, muy potentes, muy precisos y muy buenos». Por su parte, Zelenski ha llamado a no dejarse llevar por Putin, tras su conversación con el líder estadounidense, «nada ha cambiado para Rusia; sigue aterrorizando la vida en Ucrania», ha dicho.
Mientras él iniciaba su visita a Washington este jueves, el Kremlin lanzó una nueva oleada de drones, más de 300, contra el país vecino. Se cebó especialmente en Krivói Rog, la localidad natal de Zelenski, quien ha advertido: «Rusia intenta convertir esta parte de Europa en una isla de peligro y tormento para la vida humana. Es crucial que eso no suceda». «Esperamos que el impulso para frenar el terrorismo y la guerra, que funcionó en Oriente Medio, ayude a poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania. Putin, sin duda, no es más audaz que Hamás o cualquier otro terrorista», ha subrayado.
La delegación ucraniana llegó a EE UU antes que su máximo dirigente. Durante estos últimos cuatro días se ha entrevistado con altos cargos de la industria militar, sobre todo con los fabricantes de los misiles Tomahawk y de los cohetes antiaéreos que precisa para defender las ciudades. «Son fabricantes de armas potentes que sin duda fortalecerán nuestra defensa». Zelenski se ha reunido también con el secretario de Estado de Energía y representantes norteamericanos del sector para recabar sus servicios de cara al invierno. Rusia ha bombardeado ferozmente la infraestructura eléctrica del país y, de hecho, este viernes se ha declarado la emergencia energética en gran parte de Ucrania
Todos estos problemas lleva Zelenski bajo el brazo a la Casa Blanca. La respuesta del presidente republicano es una incógnita, ahora que los dos se hallan en armonía. Sin embargo, la mayoría de los analistas considera que el líder republicano no satisfará todos los objetivos de su invitado después de la «productiva» conversación con Putin. De hecho, es posible que Trump quiera utilizar este cara a cara para convencer a Zelenski de una reunión con Putin en Washington, con él como anfitrión. Si hace unos días se mostraba convencido de que Ucrania puede ganar la guerra a Rusia, algunos articulistas avanzan ahora que quizá Trump le traslade a su presidente que continuar el conflicto solo acarreará pérdida de vidas humanas y hundira más al territorio en la miseria y el dolor.
Enlace de origen : Trump recibe a Zelenski en la Casa Blanca con pocas expectativas de rearmar Ucrania