En julio de 2014 fue la última vez que se inauguró un tramo de la Autovía del Camino, la A-12, era el trazado que … une Hormilla-Hervías. Han pasado once años largos y la vía de alta capacidad que une Pamplona (Navarra) con el Alto Valle del Ebro, pasando por Logroño y con destino a Burgos, parece encallada en el tiempo. El último tramo en territorio riojano, el que une Santo Domingo de la Calzada con la localidad burgalesa de Villamayor del Río acumula dos años y medio de retraso y desde los municipios por los que discurre cuestionan que los trabajos puedan culminar el próximo año.
En marzo pasado, el Ministerio de Transportes fijó el fin de las obras en 2026. Para entonces, de cumplirse el nuevo plazo que ahora no se aventuran a confirmar, serán tres los años de demora de un trazado de 14,4 kilómetros que discurren prácticamente a partes iguales entre territorios riojano y burgalés.
Las obras fueron adjudicadas en 2019 y a día de hoy, según la información facilitada desde la Delegación del Gobierno en La Rioja, se encuentran al 90% de ejecución y con un presupuesto vigente –el de adjudicación más un modificado que solicitó la adjudicataria al Ministerio– de 84.287.775,81 euros. Respecto de la fecha de entrada en funcionamiento de este tramo, desde la Delegación reconocen que la programación de los trabajos se ha visto afectada por las condiciones meteorológicas adversas que sufrió la comunidad entre diciembre de 2024 y mayo de 2025, pero remiten al Ministerio para conocer los plazos de finalización. Sin embargo, en el departamento que dirige Óscar Puente no han respondido por el momento a esta cuestión ni siquiera habrían comunicado el estado de los trabajos al Gobierno de La Rioja, donde reconocen que no tienen ninguna información oficial. «Seguimos sin ver los resultados esperados», lamentan desde la Consejería de Política Local e Infraestructuras, e insisten en una reclamación recurrente: «Una A-12 integral que nos conecte con Madrid y que contribuya a paliar el déficit de infraestructuras y la situación de insularidad que padece nuestra región».
En principio el corredor Santo Domingo de la Calzada- Villamayor del Río estaba previsto que entrara en servicio en marzo de 2023, pero la aparición de una necrópolis en Grañón, donde se encontraron restos datados en los siglos VIII-X, obligó a paralizar los trabajos hasta septiembre de ese mismo año y a reprogramarlos con diferentes plazos que se han ido superando sucesivamente.
El resto de tramos, los que discurren por tierras castellanoleones hasta alcanzar Burgos están corriendo una suerte dispar, pero en ningún caso avanzan al ritmo esperado y acumulan un retraso de décadas. En junio pasado, Transportes desbloqueó el proyecto de la A-12 entre Burgos e Ibeas, al que destinará 126 millones, aprobando provisionalmente el trazado. La ejecución de este tramo de autovía supondrá un importante alivio para el tráfico en la zona. La actual N-120 es una carretera convencional con travesías con una intensidad media diaria de 9.400 vehículos que genera importantes atascos.
Este tramo dará continuidad al que une Villafranca Montes de Oca e Ibeas de Juarros (cuyo proyecto está ya aprobado), y tendrá conexión con la BU-30 (Madrid), la AP-1 (Vitoria) y la A-1 (Burgos).
El siguiente trazado en dirección a La Rioja es el que une los municipios de Villamayor del Río con Villafranca Montes de Oca. Éste es quizá el tramo más importante de toda la A-12 en tierras burgalesas. Tiene una longitud de 16,6 kilómetros y en realidad está dividido en dos subtramos, el primero entre Villamayor y Tosantos (10 kilómetros) y el segundo, entre Tosantos y Villafranca (6,6). El trazado de este segmento fue aprobado hace diez años pero no se hizo nada y en junio pasado salió a licitación la adaptación del diseño a la nueva normativa de construcción y seguridad. El valor estimado del contrato supera los 3,5 millones de euros y el plazo para su ejecución es de dos años.
Enlace de origen : El tramo riojano de la A-12 se acerca al 90% de ejecución, pero acumula treinta meses de retraso