
La posibilidad de una muerte súbita en el Parlamento del segundo Gobierno de Sébastien Lecornu pierde fuelle en Francia. El responsable del Ejecutivo galo ha … anunciado este martes por la tarde una suspensión de la aplicación de la reforma de las pensiones hasta finales de 2027, año en que están previstas las próximas elecciones presidenciales. «No habrá ningún aumento de la edad a partir de ahora y hasta enero de 2028», aseguró Lecornu durante su discurso de política general. Fue una intervención breve de 35 minutos dedicada exclusivamente al difícil debate presupuestario de este otoño, que ya le costó el cargo a su predecesor, François Bayrou, a principios de septiembre.
Macron: «Las dos mociones de censura son mociones de disolución de la Asamblea»
Tras el culebrón de la semana pasada, marcado por la dimisión de Lecornu el lunes por la mañana y su designación de nuevo el viernes por la noche por el presidente Emmanuel Macron, el primer ministro utilizó su intervención para suavizar la oposición del Partido Socialista (PS). En manos de los diputados de esta formación de centro-izquierda se encuentra el futuro del actual responsable del Ejecutivo. Este se vería obligado a dimitir por segunda vez si alguna de las mociones de censura que serán debatidas y votadas el jueves supera el umbral de la mayoría absoluta.
El PS había exigido a Lecornu una suspensión «inmediata» y «total» de la impopular medida de 2023, que aumentó la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Su aplicación resulta progresiva, y estaba previsto que se alcanzaran los 64 años en 2032. Esa medida también estableció que un trabajador deberá cotizar durante 43 años para recibir una pensión completa a partir de 2027. El primer ministro indicó en el hemiciclo que «la subida del periodo de cotización también quedará suspendida y que se necesitarán 170 trimestres (42,5 años) hasta enero de 2028».
Un recorte de 30.000 millones de euros
Lecornu apostó por una medida parecida a la exigida por la dirección de los socialistas, sin ser exactamente la misma. Además de la suspensión de la reforma de las pensiones —actualmente hay una amplia mayoría de diputados que desea derogarla—, la formación de centro-izquierda, que ejerce un rol de bisagra en un muy fragmentado Parlamento, había exigido políticas que «mejoren el poder adquisitivo de los franceses», así como subidas de impuestos para los más ricos.
El primer ministro se mostró en ese sentido menos transigente y propuso una nueva tasa sobre los holdings financieros. Es una medida mucho menos ambiciosa que la «tasa Zucman», que pide el PS y el resto de la izquierda y que serviría para recaudar 20.000 millones cada año. El discurso de política general coincidió con la presentación por la mañana del proyecto de ley de los presupuestos del año que viene. Ese texto fue examinado en el primer Consejo de Ministros del segundo Gobierno de Lecornu, nombrado el domingo por la noche y que sucede a un primero que solo duró 14 horas.
«No seré el primer ministro de un derrape de las cuentas públicas», afirmó este dirigente, de 39 años, en el hemiciclo. El actual borrador incluye un recorte del gasto público de 30.000 millones de euros. En concreto, tiene como objetivo reducir el elevado déficit público del 5,4% al 4,7% del PIB. Por ese motivo, incluye medidas impopulares como una congelación de las pensiones, ayudas sociales y del salarios de los funcionarios, además de la supresión de 3.100 puestos de funcionarios.
«Somos capaces de llegar a acuerdos»
A pesar de los recortes, los socialistas se decantan por dejar gobernar a Lecornu, al menos unos meses. «La suspensión de la reforma de las pensiones, por fin, la hemos conseguido. Es una victoria para centenares de miles de franceses (…) y un reconocimiento para los sindicatos», destacó Boris Vallaud, presidente del grupo parlamentario del PS. Durante el debate de esta tarde, también se felicitó por otra concesión hecha a principios de mes por el primer ministro: su promesa de no recurrir a un impopular decreto gubernamental (el 49.3) para sacar adelante los presupuestos. «Somos capaces de llegar a acuerdos y acabamos de demostrarlo», afirmó Vallaud, insinuando que su formación pedirá a los 69 diputados socialistas que no apoyen la moción de censura.
El resto de las formaciones de izquierdas sí que votarán el texto de censura presentado por la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos). También lo harán la Agrupación Nacional de Marine Le Pen y sus aliados de la derecha radical, que han presentado su propia moción, pero también respaldarán la de los insumisos. Todas estas fuerzas representan hasta 266 escaños, es decir, solo faltan 21 votos para alcanzar el umbral de la mayoría absoluta (289) en la Asamblea Nacional. El futuro inmediato de Lecornu dependerá de las eventuales disensiones internas en las filas socialistas. Ocho diputados del PS ya habían roto la disciplina de voto en enero y habían apoyado una moción contra Bayrou a las primeras de cambio.
Macron ha advertido de que «las dos mociones de censura son mociones de disolución» de la Asamblea. Fue una advertencia hacia las oposiciones, especialmente para el PS que teme un batacazo electoral y un avance de la extrema derecha como consecuencia de unos comicios legislativos anticipados este otoño. Un temor a la vuelta a las urnas que da cierto oxígeno a Lecornu salvo una sorpresa en la votación del jueves.
Enlace de origen : Lecornu acepta suspender la reforma de las pensiones hasta las presidenciales de 2027 para suavizar la oposición socialista