El presidente tayiko, Emomali Rahmon, ha recibido este jueves a Vladímir Putin en Dusanbé. Ambos mandatarios se han reunido en la capital de Tayikistán para … participar en la cumbre Rusia-Asia Central y la de la Comunidad de Estados Independientes. Para Moscú estos países son de vital importancia en un contexto de guerra y tensión con Occidente. A través de ellos exporta gas y petróleo o recibe productos sancionados a través de empresas especializadas en Kazajistán y es vital para el Kremlin conservar su influencia en estos.
Tras su reunión con Rahmon, en la que trataron temas como la política, la seguridad, la economía y el comercio, el jefe del Kremlin ha recordado que Rusia suministra «cantidades importantes de petróleo y productos derivados al país». Ha añadido que los envíos «cubren casi por completo las necesidades de la economía de Tayikistán». Este país de Asia Central depende en gran medida de Moscú, tanto en el campo de la energía como en otros. Una de sus principales fuentes de ingresos son las remesas que llegan de sus migrantes en el país euroasiático, que representan cerca del 30% del PIB. También en materia de seguridad depende de Moscú. Tayikistán paga el apoyo con lealtad.
Putin ha aprovechado la ocasión para mandar un guiño a Donald Trump. «Tenemos muchas esperanzas de que estas iniciativas del presidente de EE UU se pongan realmente en práctica», ha afirmado en la rueda de prensa posterior al encuentro, refiriéndose al plan de los 20 puntos propuesto por el líder republicano. Defendió que la existencia de una Palestina independiente es algo necesario. «Esta era la postura de la Unión Soviética, y así la heredaron todas las repúblicas de la antigua URSS. Creemos que la condición principal e indispensable para la estabilización a largo plazo (de la situación en Oriente Medio) y la resolución de todas las cuestiones relacionadas con este difícil problema es la creación de un Estado palestino independiente«, ha argumentado.
Tensión Moscú-Bakú
Otro de los momentos clave de la jornada era la reunión entre el mandatario ruso y Ilham Aliyev, el líder de Azerbaiyán. Las relaciones entre Rusia y este país del Cáucaso Sur distan de estar en su mejor momento. El punto que marcó este declive es el 25 de diciembre de 2024, el día en el que un avión de pasajeros de Azerbaidjan Airlines fue atacado en las proximidades de Grozni, en la república rusa de Chechenia. En un primer momento se creyó que se confundió con un dron ucraniano, algo que Moscú no confirmó entonces. Sobre esto habló el líder ruso, que este jueves ha apuntado que en el cielo había un dron ucraniano, algo que confundió a los dispositivos técnicos del sistema de defensa antiaérea. Por ello ha añadido que «los dos misiles lanzados no impactaron en el avión directamtente (…), fue a unos diez metros». Putin ha reiterado sus disculpas y su intención de ofrecer asistencia a Bakú para investigar este incidente.
Tampoco ayudaron mucho al entendimiento ruso-azerí las detenciones de ciudadanos de este país en Rusia durante el verano. En éstas murieron los hermanos Safarov en Yekaterimburgo durante su detención. Según las fuerzas policiales fallecieron por un ataque al corazón, Bakú aseguró que la causa fue tortura. Azerbaiyán respondió entonces cerrando una televisión estatal rusa y deteniendo a algunos de sus trabajadores.
Este país es de los países exsoviéticos más prósperos gracias a sus cuantiosas reservas de hidrocarburos en el mar Caspio y uno de los menos dependientes de Moscú. Aunque le interesa dentro de lo posible tener buenas relaciones con Rusia, para Bakú es más relevante tener buenas relaciones con Turquía, su principal aliado y socio comercial.
Enlace de origen : Putin viaja a Asia Central para recordar su influencia en la zona