Las adolescentes han cambiado las clásicas mochilas escolares por bolsos tipo ‘shopper’ –grandes y de asa larga– para ir al instituto. No todas, evidentemente, pero … es una tendencia que se ve cada vez más en los pasillos de los centros de Secundaria y arrasa entre las universitarias. Las redes sociales están repletas de vídeos en los que decenas de chicas recomiendan marcas de bolsos de este tipo para llevar a clase los apuntes, la tableta, los libros, estuches, agenda, monedero, llaves, la manzana para el recreo… Entre unas cosas y otras unos cuatro o cinco kilos que llevan colgados de un solo hombro durante bastantes minutos al día.

Que están de moda es un hecho. Las marcas de moda juvenil han visto un filón en este complemento y no hay firma que no tenga varios modelos expuestos en sus tiendas tanto físicas como online. Inspiradas por las universitarias, muchas adolescentes han decidido dejar atrás la mochila de toda la vida para adoptar un estilo que ellas consideran más adulto y que ha conquistado los institutos. La duda que asalta a los padres y el motivo por el que muchos no les dejan llevar este tipo de bolsos a clase no es tanto por una cuestión estética como de salud. Temen que cargar tanto peso sobre un solo hombro desde los 13 o 14 años termine en dolores de espalda.
Exceso de peso
¿Qué dicen los expertos? ¿Se trata de una moda pasajera o puede acarrear problemas a las adolescentes? «Lo ideal cuando se llevan muchas cosas al instituto o la universidad es la mochila. Concretamente, los modelos que tienen los tirantes anchos y acolchados porque permiten repartir el peso entre los dos hombros y la zona lumbar. El problema de los bolsos grandes que están tan de moda entre las chicas jóvenes es que se carga todo el peso sobre un solo hombro y llevar muchos kilos de manera continuada en el mismo lado puede causar una ligera descompensación al caminar. Ahora bien, una cosa es que puedan ocasionar una molestia o una ligera sobrecarga porque los llevan demasiado cargados y otra muy distinta que generen una lesión», tranquiliza Pablo Herrera, vicedecano del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM).
Cambiar de hombro
Pero ya sabemos que una cosa es la teoría y otra la práctica, y cuando una adolescente se pone pesada con algo es muy difícil quitarle la idea de la cabeza.Así que si va a llevar un bolso de este estilo al instituto, «lo importante es que tenga las asas anchas, que no lo cargue en exceso y que lo cambie de lado con cierta frecuencia para no sobrecargar siempre el mismo hombro», añade la doctora Helena Bascuñana Ambrós, presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
– ¿Qué peso máximo debe cargar una adolescente?
– La regla general es que el peso de la mochila o de cualquier otro objeto que llevemos encima no debe sobrepasar el 10% de lo que pesa la persona. De forma puntual y en días concretos puede llegar hasta un máximo del 15 %, pero no más. Si el chaval pesa 50 kilos, el bolso o la mochila no debería sobrepasar los cinco. Además, las cargas siempre tienen que ir bien repartidas entre los dos hombros. Para organizar la mochila, el peso tiene que ir próximo a la espalda y en la parte inferior. Es decir, no podemos poner el ordenador lo último. Lo que más pesa tiene que ser siempre lo que va más pegado va a la espalda, puntualiza Bascuñana.
Aunque lo más importante para evitar molestias y lesiones es que los chavales hagan ejercicio. «La mejor mochila es una espalda fuerte», insiste Pablo Herrera. De hecho, el fisioterapeuta madrileño desaconseja a los padres y abuelos que carguen con la cartera de los niños de camino al colegio o a la salida. «Los críos que llevan mochila todos los días a clase tienen menos probabilidades de padecer problemas musculoesqueléticos en el futuro porque los músculos de su espalda son más fuertes que los de los escolares que nunca la llevan. Cargar la cartera de casa al colegio o a la parada del autobús es una muy buena manera de fomentar el ejercicio, además de una actividad muy saludable para los chavales», recuerda Herrera.
¿Con o sin ruedas?
Otra duda frecuente es qué mochila es mejor, la tradicional o la de ruedas. En este caso los expertos también coinciden: la de toda la vida. «Los carritos permiten restar peso cuando se circula por una superficie plana, pero también es cierto que numerosos estudios han demostrado que llevar la mochila con ruedas supone una mayor exigencia en los miembros superiores del niño cuando tienen que subir y bajar escaleras o caminar por un terreno irregular. En resumen, el carrito sería recomendable solo en los casos en los que el niño tiene que andar más de veinte minutos para llegar al centro escolar y, además, va muy cargado. De lo contrario, lo más aconsejable desde un punto de vista de la salud del menor es que la lleve en la espalda».
Enlace de origen : Llevar bolso al insti en lugar de mochila. Esta nueva moda ¿daña la espalda de las adolescentes?