
La historia de Leire San José no está escrita en grandes titulares ni en contratos millonarios. Se ha escrito en silencio, entre horas de arduos … entrenamientos, viajes sufragados por sus padres y la certeza de que, aunque el camino sea difícil, merece la pena dejarse la piel en ello. La riojana, de 25 años, ha cogido de nuevo sus maletas para viajar a Francia, donde este fin de semana disputará un ITF 15.000 con la ilusión de seguir escalando en el ranking mundial. Un reto deportivo que se sostiene, sobre todo, gracias al sacrificio familiar y a la devoción de una joven que ansía dedicarse profesionalmente al tenis.
Su vínculo con la raqueta comenzó casi por casualidad, cuando acompañaba a su padre al frontón de Las Norias, donde él jugaba a frontenis desde pequeño. «Yo me quedaba por detrás con mi raqueta, imitándole, hasta que me apuntaron a clases de tenis. De ahí me cogieron en la Federación y desde entonces no he parado», recuerda. Muy pronto llegaron los primeros resultados, como aquel Campeonato de España que jugó con 12 años, tras haber ganado varios torneos territoriales. Fue entonces cuando su padre le planteó si quería marcarse unos objetivos dentro de este solitario deporte. Y ella no lo dudó: «Le dije que sí, que era mi sueño. A partir de ahí empecé a entrenar más horas, con más seriedad, y hasta hoy».
A diferencia de muchas jugadoras que deciden marcharse a centros de alto rendimiento, Leire eligió quedarse en casa. «Siempre me decían que aquí no se podía, que en La Rioja era imposible y que había que irse fuera, pero yo quise intentarlo desde Logroño. No me arrepiento, aquí tengo a mi familia, mis amigos y entrenadores que creen en mí. He buscado también mi felicidad, un equilibrio entre el tenis y la vida, y eso me ha dado fuerzas para seguir». Esa decisión, admite la tenista, le ha penalizado en ciertos momentos, sobre todo, cuando en su etapa juvenil no compitió tanto a nivel internacional como otras jugadoras. «Desde los 16 años ya tienes que empezar a jugar fuera, y esa etapa me la salté. Pero lo importante es que tengo ganas, y con eso sigo adelante», añade.
Ahora, después de dos años en el circuito, ya cuenta con tres puntos profesionales y ranking internacional tanto en individual como en dobles, modalidad en la que incluso alcanzó una final internacional en Logroño. No obstante, la temporada no ha sido fácil ya que las lesiones y algún problema de salud han puesto freno a su progresión. «He estado un poco pachucha, pero siempre con ganas, intentando dar el 100%. Ahora lo que quiero es terminar los partidos bien, sentirme fuerte y darlo todo».
En el tenis, sin embargo, no solo vale el esfuerzo físico, sino que también supone un desafío económico enorme. Cada torneo implica viajes, inscripciones, material, alojamiento… y todo ello sin patrocinadores. «Estoy hablando con Joma a ver si me pueden echar una mano, pero ahora mismo solo cuento con el apoyo de mis padres», lamenta. «Y no es fácil, porque con 25 años no me gusta depender de ellos. Son mi mayor apoyo y espero poder recompensárselo algún día», prosigue. Esta deportista también echa en falta un respaldo institucional que no llega: «La Federación Riojana de Tenis actualmente no hace nada, y me gustaría que existiera más apoyo. Al final es muy complicado mantenerse».
Por si fuera poco, el tenis, tal y como la propia joven explica, es un deporte solitario, duro y lleno de renuncias. Ella lo sabe mejor que nadie al sacrificar horas de ocio, momentos con amigos y hasta la tranquilidad de una vida más estable. No obstante, cuando se le pregunta si compensa, no duda en su respuesta: «Sí, porque para dar clases de tenis tengo toda la vida. Ahora es el momento de intentarlo. Perseguir los sueños es duro, pero merece la pena».
A pesar de todo, Leire no se resigna y mantiene viva su pelea por colarse entre las mejores del mundo. En concreto, «en el top 800 tenistas». Se ve en torneos grandes, incluso en un WTA, imaginándose sobre la arena de la Caja Mágica. «Siempre iba de pequeña con mis padres al Mutua Madrid Open, y sería increíble poder jugar allí algún día», manifiesta en voz alta.
Enlace de origen : Leire San José, del frontón de Las Norias al ranking internacional