
Rusia dinamitó el jueves las tímidas esperanzas de paz que habían arrojado los esfuerzos diplomáticos liderados por el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, … en las últimas semanas para poner fin a la guerra de Ucrania. De madrugada, y desde el aire, Moscú ejecutó uno de los mayores ataques contra la exrepública soviética desde el inicio del conflicto. Esta vez su objetivo fue Kiev, donde una lluvia de drones (629) y misiles (31) mató al menos a dieciocho personas, entre ellas cuatro menores, hirió a otras cincuenta y causó daños en casi un centenar de edificios, incluidas las sedes de la Unión Europea y del British Council. La respuesta del Kremlin a los intentos de sentar las bases para un diálogo, dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quedaba clara: «Elige los (proyectiles) balísticos a la mesa de negociación».
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El bombardeo –el segundo de mayor envergadura que ha sufrido Ucrania en los tres años y medio que dura ya la invasión rusa– impactó de lleno en el ánimo de la comunidad internacional, que hace apenas un par de semanas confiaba en haber pisado el acelerador para acabar con esta guerra. El jueves criticó la «agresión sin sentido» de Moscú y le emplazó a tomar la senda de un diálogo que parece, de nuevo, estancado. «Estos ataques atroces amenazan la paz que el presidente de Estados Unidos está buscando», avisó Keith Kellogg, el enviado especial de Trump para Ucrania, que denunció las acciones contra «civiles inocentes» y las misiones de instituciones extranjeras en Kiev. Un tibio toque de atención al jefe del Kremlin, Vladímir Putin, con quien el magnate se reunió a mediados de mes en Alaska sin resultados.
«Rusia no tiene ningún interés en la diplomacia. Prefiere continuar matando antes que poner fin a la guerra», insistió Zelenski, que exigió más sanciones tras el golpe que sufrió la capital en varios de sus distritos. Las defensas aéreas ucranianas lograron neutralizar parte del ataque, que incluía drones, misiles de crucero Kh-101 e Iskander-M y proyectiles supersónicos Kinzhal, pero no evitaron que el resto de los aparatos lanzados por Moscú y fragmentos del armamento derribado dañaran edificios residenciales, una guardería, las instalaciones del periódico ‘Ukrainska Pravda’ o un centro comercial, situados todos en zonas céntricas de Kiev. Los rescatistas, acompañados de numerosos vecinos, trabajaban este jueves entre inmuebles hechos añicos, mientras que cuarenta de los cincuenta heridos en el bombardeo eran atendidos en hospitales.
Acción «deliberada»
En las oficinas de la misión europea no se registraron víctimas aunque las instituciones comunitarias advirtieron de que el ataque contra este inmueble fue «deliberado». «Dos misiles impactaron a cincuenta metros de la delegación en veinte segundos», describió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que justo hoy comienza una gira por los Estados miembros que comparten frontera con Rusia y Bielorrusia. Lo ocurrido en Kiev, asumió, es «un sombrío recordatorio de lo que está en juego» y «demuestra que el Kremlin no se detendrá ante nada para aterrorizar a Ucrania, matando ciegamente a civiles, hombres, mujeres y niños, e incluso atacando a la UE». Pero, agregó el máximo responsable del Consejo Europeo, António Costa, el bloque «no se dejará intimidar».
Another night of Russia’s relentless bombings struck civilian infrastructure and killed innocents.
It also hit our EU Delegation in Kyiv. Our Delegation staff is safe.
Russia must stop its indiscriminatory attacks on civilian infrastructure immediately and join negotiations for…
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) August 28, 2025
Francia o el Reino Unido fueron algunos de los países europeos que reaccionaron este jueves al bombardeo. El primer ministro británico, Keir Starmer, apuntó directamente a Putin, al que acusó de «sabotear la paz» y confirmó que la sede kievita del British Council, que ofrece programas de inglés a la población ucraniana y que Moscú sostiene que es un nido de espías, se vio «severamente» afectada por el ataque. El presidente galo, Emmanuel Macron, cargó contra la «barbarie» rusa.
El Kremlin admitió el bombardeo, pero defendió que se dirigió contra «objetivos militares y paramilitares». «Las fuerzas armadas rusas cumplen su misión (…) Al mismo tiempo, Rusia sigue interesada en continuar el proceso de negociación para alcanzar sus objetivos por medios políticos y diplomáticos», subrayó el portavoz de la presidencia, Dmitri Peskov, en un equilibrio imposible de argumentos para tratar de calmar a Trump, a quien, según su entorno, comienza a agotársele la paciencia con Putin.
Enlace de origen : Europa acusa a Rusia de «sabotear la paz» tras un ataque masivo contra Kiev con 18 muertos