El consumismo no puede ser la única brújula que guíe nuestras vidas. Ese es el principal consejo que dejó el Papa León XIV a los … más de un millón de personas que se congregaron esta mañana en la explanada de Tor Vergata, a las afueras de Roma, para participar en la misa campal con la que concluyó el Jubileo de los Jóvenes, la peculiar edición de esta Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) al coincidir con el Año Santo. «La plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos», afirmó en su homilía Robert Prevost, que como la noche anterior, cuando presidió la vigilia de oración en el mismo lugar, llegó a Tor Vergata en helicóptero desde el Vaticano. «Comprar, acumular, consumir no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos, mirar a lo alto, a las cosas celestiales para darnos cuenta de que todo tiene sentido, entre las realidades del mundo, sólo en la medida en que sirve para unirnos a Dios y a los hermanos», afirmó.
La Eucaristía de este domingo constituyó el evento conclusivo de la JMJ, que ha propiciado que León XIV se diera el primer gran baño de multitudes de su pontificado, iniciado hace poco menos de tres meses. Aunque no cuenta con la espontaneidad de Francisco ni tampoco con el poder de seducción frente a las masas que mostraba san Juan Pablo II, el Papa peruanoestadounidense, que citó a sus dos antecesores en la homilía, supo ganarse al millón de católicos presentes en Tor Vergata haciendo gala de su estilo propio, en el que alterna la sencillez con la solemnidad, según las ocasiones. Le ayuda en ello su capacidad para pasar de una lengua a otra, ya que utiliza en sus intervenciones con soltura el italiano, el español y el inglés. Con la vigilia de oración y la misa de este fin de semana, León XIV, en definitiva, ha terminado de presentarse ante las nuevas generaciones de católicos, llegados a Tor Vergata desde 146 países diferentes. Más de 23.000 de ellos eran españoles.



Al igual que hizo la noche anterior, el Papa mencionó a las dos jóvenes fallecidas cuando viajaban a Roma para participar en la JMJ: la española María Cobo y la egipcia Pascale Rafic. También mostró su cercanía con «quienes sufren la maldad provocada por otros seres humanos», recordando en particular a los «jóvenes de Gaza y a los de Ucrania», así como a los de todos aquellos lugares que están «ensangrentados por la guerra». En sus palabras previas a la oración del Ángelus dominical, animó a los jóvenes presentes al decirles que eran la señal visible de que «un mundo diferente es posible», en el que impere la «fraternidad» y los conflictos se afronten por medio del «diálogo y no con las armas». También anunció que la próxima JMJ tendrá lugar en Seúl (Corea) del 3 al 8 de agosto de 2027. Estos encuentros multitudinarios volverán de esta manera a Asia, donde no se celebraban desde 1995, cuando se congregaron en Manila, la capital de Filipinas, cerca de cinco millones personas para ver y escuchar a Juan Pablo II, siendo hasta ahora la edición más multitudinaria de estos eventos organizados por la Iglesia católica.
En la misa de este domingo, que fue concelebrada por unos 7.000 sacerdotes y 450 obispos, el Papa invitó a los jóvenes a aspirar «a cosas grandes» y a «la santidad, allí donde estén». Les pidió que «no se conformen con menos» y que tengan como modelos a seguir a los beatos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, que próximamente serán proclamados santos. Acutis, un muchacho italiano fallecido en 2006 a los 15 años de edad debido a una leucemia fulminante, está considerado el ‘patrón de Internet’ por su capacidad para evangelizar por medio de la informática y suscita una enorme atracción entre las nuevas generaciones de católicos. También les habló León XIV a los jóvenes de «la fragilidad», que «forma parte de la maravilla que somos», y les invitó a estar preparados para una vida «donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor».
El amor es precisamente uno de los objetivos que buscaban algunos de los participantes en la JMJ. «Claro que aquí se liga. No es lo principal pero puedes llegar a ligar si lo buscas. De aquí puedes salir con una buena novia», comentaba Juan Martín, un estudiante de arquitectura madrileño de 19 años que había estado trabajando como socorrista y profesor para poder pagarse el viaje a Roma. «Puedes ligar porque encuentras a personas con las que conectas mucho porque comparten tus mismos valores», confirmaba por su parte Almudena. De 18 años y proveniente igualmente de Madrid, esta joven estaba viviendo en Roma su primera JMJ, una experiencia con la que esperaba «reforzar su amistad con Dios» y encontrar a otros jóvenes católicos de diversas nacionalidades. Tanto Juan como Almudena están ligados al Opus Dei, uno de los movimientos eclesiales, junto al Camino Neocatecumenal, más presentes entre los participantes en el Jubileo de los Jóvenes.
Enlace de origen : El Papa recuerda a los jóvenes que «consumir no es suficiente»