Desde el covid Sara Martínez y Noemí Matute no iban a sanfermines. «Pero en el chupinazo nunca habíamos estado. Así que este año, al caer … en domingo, nos hemos animado», explicaban estas dos amigas logroñesas mientras esperaban la llegada de los autobuses que les tenían que trasladar a Pamplona para llegar al chupinazo. Como ellas, cientos de jóvenes se han desplazado en autocar a la capital navarra para disfrutar de unas fiestas «que siempre nos han gustado. Hay muy buen ambiente», añadían, a pesar de las aglomeraciones.
Para evitar esos agobios, Bárbara Krumnack, Sofía Uyarra y Alejandra Martínez tenían decidido que no se meterían en la plaza del Ayuntamiento para ver el disparo del cohete. «Estaremos en la plaza del Castillo y ya después seguiremos por ahí la juerga», decían en el andén de la estación justo antes de partir hacia la capital vecina. Bárbara y Sofía ya tienen experiencia ‘sanferminera’ mientras que Alejandra debutaba este año «con muchas ganas después de lo que me han contado mis amigas».
Esa ilusión y esas ganas eran compartidas por todos los que se han ido montando en los siete buses -385 personas en total- que entre las 7.30 y las 9.00 horas han salido a Pamplona. Uniformados con camiseta y pantalón blancos, pañuelo o fajín rojos y zapatillas, acarreaban bolsas con bebidas pero también comida. «Vamos bien provistas», decían entre risas Ana, Leyre, Sara, Elena, Leire, Jorge y Nicolás, que introducían ese ‘equipaje’ en el maletero.
«Saben que las botellas tienen que ir abajo, que arriba no se puede subir nada. Son las normas. A la ida los chavales van tranquilos, cuando suele haber algún problemilla es a la vuelta si alguien viene un poco cargado», relata Fredy Araujo, chófer colombiano de la empresa Jiménez Movilidad que encargado de trasladar este domingo a las cuadrillas de amigos. «Yo tampoco me pierdo sanfermines», decía irónicamente. De hecho, este domingo hace el viaje a Pamplona tres veces, «ahora a las nueve, luego por la tarde y ya a última hora para traer a la gente de regreso a Logroño».
Porque la gran mayoría de los viajeros vuelve este domingo. Con lo que la estación de autobuses vive una jornada con un tránsito notable de pasajeros y prueba de ello es que una decena de agentes de la Policía Nacional controlaba desde primera hora los accesos a la terminal y a los andenes, revisaba mochilas e incluso cacheaba a algún joven.
Enlace de origen : ¡A Pamplona hemos de ir!