Justo cuando las campanas de la iglesia de Santa Teresita replicaban para anunciar que ya eran las ocho de la tarde de este miércoles, la … persiana del nuevo Tizona se ha subido. Era la hora prevista para la inauguración del local del conocido espacio gastronómico logroñés en el mismo lugar donde durante cuatro décadas se ubicaba el Serenella. En ese momento, el Tizona consumaba de un modo definitivo su mudanza: de Ciriaco Garrido a Menéndez Pelayo.
Minutos antes de la inauguración, la gente ya ha empezado a acercarse al lugar. Unos cotilleaban por debajo de la persiana, todavía a medio levantar, para ver que ‘se cocía’ dentro. Otros simplemente esperaban pacientes a las ocho de la tarde para entrar y convertirse en uno de los primeros clientes del nuevo Tizona. Carlos Olabuenaga y su equipo, por su parte, esperaban el instante del estreno y, cuando ha llegado, no han parado de recibir a unos visitantes que, en pocos minutos, han llenado el local.
En las barras, numerosos pinchos de tortilla esperaban ser devorados por los comensales. No en vano, tal y como ha expuesto Olabuenaga, la tortilla de patata será la gran protagonista de esta nueva etapa. «Es un modelo de negocio diferente al de antes, con la tortilla en el centro», ha recalcado. «A eso hay que añadir todo lo que cocina Ana: callos, patitas, caracoles, carrilleras o el pimiento picante de toda la vida del Tizona», ha enumerado.
El responsable del negocio dice afrontar esta nueva aventura con ilusión. «El reto es apasionante porque venimos a un local con una historia espectacular y lo hacemos con toda la humildad del mundo», ha señalado. «Vamos a intentar hacer feliz a la gente y estar a la altura de la trayectoria que han tenido en el Serenella Luci y Chuchi, con una tortilla extraordinaria», ha añadido.
A Olabuenaga no le da miedo el cambio. «Cuando uno se acomoda en esta vida pierde la ilusión por todo», ha advertido antes de congratularse de que en su nuevo espacio van a poder elaborar «todas las tortillas que les resultaba imposible hacer» en Ciriaco Garrido. «Aquí la cocina es bastante más grande y está preparada para hacer muchas tortillas», ha destacado.
Por último, el responsable del negocio reconoce que «mucha gente» le ha dicho que cómo renunciaba a la terraza que tenía en su anterior emplazamiento y a los clientes potenciales que iban a ir a vivir al antiguo solar de Maristas. Sin embargo, Olabuenaga está satisfecho con la decisión tomada porque, en su opinión, llegan a un barrio «con mucha vida» y ambiente. «Estamos encantados de estar aquí, queremos prolongar nuestra historia en un barrio nuevo, sé que vamos a tener un buen recibimiento y lo que queremos es estar a la altura», ha rematado.
Enlace de origen : El Tizona estrena casa: «Vamos a intentar hacer feliz a la gente»