Budapest se prepara para celebrar este sábado su trigésimo desfile del Orgullo. Será, sin duda, el más controvertido de todos, y se llevará a cabo … bajo la amenaza de la represión prometida por el primer ministro húngaro, el ultraderechista Viktor Orbán.
«Somos adultos. Recomiendo que la gente decida qué es lo que quiere y que se adhiera a las normas. Si no, tendrá que afrontar las consecuencias legales», reiteró este viernes en la radio nacional, recordando que el desfile está prohibido según la legislación de 2021 que veta la representación y promoción de la homosexualidad y la diversidad de identidades de género a menores de 18 años y que la policía podría dispersar a quienes traten de participar en él. «Pero Hungría es un país civilizado», señaló más conciliador, subrayando que los agentes intentarán convencer a la gente de que respete la legalidad.
No parece que lo vayan a lograr por las buenas, así que, ante la avalancha de extranjeros que tienen intención de desplazarse hasta Budapest para mostrar su solidaridad con el colectivo LGTBI húngaro, al menos cinco países europeos han decidido emitir advertencias de viaje.
«Teniendo en cuenta que no está clara la postura que tomará la policía en torno a un desfile ilegal, y que están preparadas también manifestaciones en contra, la amenaza para la seguridad de los participantes es elevada», explica el Reino Unido, en referencia al llamamiento que ha hecho el partido ultra Nuestra Patria para bloquear los puentes de Budapest y cortarle así el paso al desfile. Esta congregación sí ha recibido el permiso pertinente para llevarse a cabo.
Países Bajos pone el énfasis en la posibilidad de que se imponga una multa de hasta 500 euros a los participantes, algo que también menciona Bélgica. «En el caso de que se produzcan disturbios, se recomienda seguir las instrucciones de la policía local», escribe el gobierno belga. Francia, por su parte, hace hincapié en que Hungría puede utilizar cámaras con reconocimiento facial para castigar posteriormente a quienes participen en el desfile.
«Recomiendo que la gente se adhiera a las normas. Si no, tendrá que hacer frente a las consecuencias legales»
Viktor Orbán
Primer ministro de Hungría
«En Europa, desfilar por tus derechos es una libertad fundamental. Y tienes derecho a amar a quien quieras amar»
Ursula von der Leyen
Presidenta Comisión Europea
«A pesar de las campañas homófobas de la ultraderecha, la aceptación de las minorías sexuales ha aumentado»
Gergely Karácsony
Alcalde de Budapest
Pero es evidente que el colectivo LGTBI no se va a arredrar. Según anunció el miércoles Amnistía Internacional, la petición ‘online’ #LetPrideMarch para que se permita el desfile ha logrado más de 120.000 adhesiones procedentes de 73 países diferentes. Este viernes, además, los participantes van a estar arropados al más alto nivel. Al menos 70 eurodiputados y la comisaria de Igualdad de la UE, Hadja Lhabib, han confirmado su asistencia, e incluso la presidenta de la Comisión Europea, la conservadora Ursula von der Leyen, se ha manifestado en contra de la prohibición de Orbán.
«Quiero expresar todo mi apoyo y solidaridad con el Orgullo de Budapest. En Europa, desfilar por tus derechos es una libertad fundamental. Tienes derecho a amar a quien quieras amar y ser exactamente quien eres. Nuestra Unión es una Unión de igualdad y no discriminación», sentenció la mandataria alemana, recordando al primer ministro húgaro que «estos son nuestros valores fundamentales, consagrados en nuestros Tratados, y deben respetarse en todo momento y en todos los Estados miembros».
«Algo maravilloso»
En esa línea se manifestó este viernes también el alcalde de Budapest, el progresista Gergely Karácsony, quien advirtió de que la prohibición del Orgullo en su ciudad es un avance de lo que puede ocurrir en otros países de la UE si la actitud reaccionaria del primer ministro húngaro cunde entre los partidos de ultraderecha que cada vez cuentan con una mayor cuota de poder. «Hace 15 años que, en vez de gobernar, Orbán solo señala enemigos», apuntó, acusando al mandatario de ser un enemigo de la democracia.
«Creemos que no hay ciudadanos de primera ni de segunda clase y que nadie en Hungría debe ser discriminado por su orientación sexual, por lo que el evento cumple con la ley», añadió Karácsony en una rueda de prensa que dio en el Ayuntamiento junto a Lhabib.
Sorprendido por el impacto que la prohibición está teniendo en todo el mundo, el alcalde indicó que Orbán «ha cometido un error de cálculo» y que «algo verdaderamente maravilloso» está sucediendo como consecuencia: «A pesar de las campañas homófobas de la ultraderecha, la aceptación de las minorías sexuales ha aumentado y el Orgullo de Budapest se ha convertido en un tema de debate europeo, con cuya prohibición la gran mayoría de los húngaros, y especialmente los votantes de Budapest, no están de acuerdo», sentenció.
Orbán no es de la misma opinión. El primer ministro considera indispensable evitar estas muestras de diversidad sexual para proteger a la infancia y evitar que se «contamine». Este viernes volvió a mencionar los valores cristianos y arremetió contra Von der Leyen por inmiscuirse en los asuntos internos de su país: «Al igual que hace Moscú, considera a Hungría un país subordinado y cree que puede ordenar a los húngaros desde Bruselas cómo vivir, qué les gusta y qué no les gusta», denunció.
Díaz y Urtasun representarán a España en la marcha
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, encabezarán este sábado la inesperada representación política de España en el Orgullo de Budapest. En un principio iba a ser la ministra de Igualdad, Ana Redondo, la que jugaría ese papel, pero la cancelación de su vuelo a la capital húngara lo ha impedido. Los dos políticos de Sumar tienen previsto reunirse con el alcalde de la ciudad, Gergely Karácsony.
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