«El tiempo me ha dado la razón». Es la reflexión que Alberto Núñez Feijóo hacía semanas atrás cuando la sombra de la corrupción empezaba … a pesar en el PSOE y en el Gobierno tras las revelaciones sobre Leire Díez, la militante socialista que ofreció favores judiciales a imputados por corrupción a cambio de trapos sucios contra la UCO, fiscales o jueces. Desde que saliera a la luz la trama que implicaba a Koldo García, asistente personal de José Luis Ábalos y que acabó salpicando de lleno al exministro de Transportes, el líder del PP advirtió de que era tan solo la punta del iceberg. Que cuando levantansen las alfombras de Ferraz habría más nombres implicados. «La corrupción ya es la marca de agua de este Gobierno y por eso esto debe terminar. Aún queda mucho más por saber», avisó ayer después de que el demoledor informe de la UCO sobre el ya exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, se lo llevase por delante y obligase a Pedro Sánchez a comparecer después de más de cuarenta días en silencio.
Para el jefe de la oposición, sin embargo, las explicaciones ofrecidas por el presidente del Gobierno fueron «insuficientes y decepcionantes» y un «insulto a la inteligencia». En su opinión, «es imposible» que no tuviera conocimiento de los presuntos negocios de Ábalos, primero, y de Cerdán, después, ambos secretarios de Organización del PSOE, a los que renovó su confianza incluso después de conocerse «indicios sustanciales» sobre su conducta. «Es una forma de reírse a carcajada y a mandíbula batiente de los ciudadanos», criticó Feijóo, que no descarta nuevas acciones judiciales. El PP al estar personado en la causa que investiga el ‘caso Koldo’ que, según el expresidente de la Xunta, escaló hace tiempo al ‘caso Sánchez’, podría ampliar la demanda, en cuanto termine de analizar toda la documentación.
En los últimos días los populares especulaban con un contenido durísimo del informe de la UCO, pero los detalles han sorprendido en Génova. Aún así prefieren andar con pies de plomo y no precipitarse. Esperarán a los anexos y a los audios que todavían quedan por ver la luz para hacer una valoración completa. Según ha demostrado la Guardia Civil, Cerdán le pidió a Koldo García amañar dos papeletas de las primarias de 2014. «Empezaron robando en las primarias y no han dejado de hacerlo», reiteró Feijóo, que azuzó sobre una posible financiación irregular del PSOE.
Con ese escenario, el líder del PP dejó claro que «sobrevivir ya no es una opción» y por eso el jefe del Ejecutivo «tiene que poner fin a la escapada». Más si cabe cuando su mujer, su hermano, sus dos ex manos d+erechas, algunos de sus colaboradores más cercanos y hasta el fiscal general del Estado nombrado por él están siendo investigados por la justicia. «Cuanto más alarguen este final, mayor estrépito –auguró– tendrá la caída de este Gobierno aciago». El problema, insistió Feijóo, «es el presidente».
Balón de oxígeno
Pero con Sánchez enrocado en su idea de no poner las urnas antes de 2027, el único camino, de momento, para desalojarle de la Moncloa es una moción de censura. Una idea que en la cúpula del PP desechan desde hace meses y que sigue sin entrar en sus planes por más que Vox presione. «Sería dar un balón de oxígeno al presidente», coinciden diferentes voces del partido.
Feijóo tampoco está dispuesto a malgastar esa última bala cuando los números siguen sin dar y ante la perspectiva de que quedan dos años de legislatura por delante. Pero sí prometió que actuará «en el momento que vea alguna posibilidad». Es decir, que moverá ficha si alguno de los socios de Sánchez deciden dejarlo caer .
Pero, de momento, ninguno ha dado señales de querer poner punto y final a la legislatura. Podemos, ERC o EHBildu han pedido más explicaciones, y el PNV no contempla estrechar la mano a Feijóo mientras no haya una «sentencia firme», como la que en su día desalojó a Mariano Rajoy de la Moncloa. Sólo Junts ha dado ciertos visos de nerviosismo solicitando a Sánchez una «reunión urgente», aunque siguen rechazando una censura.
Enlace de origen : Feijóo tilda de «insuficientes y decepcionantes» las explicaciones pero descarta una moción de censura