La relación entre Trump y Musk estalla: «Sin mí, habría perdido las elecciones»

«Le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar coches eléctricos que nadie quería (¡él sabía desde hacía meses que lo iba a hacer!), ¡y simplemente se volvió LOCO!», ha escrito Trump poco después en la red social Truth, dejando entrever que el conflicto llevaba tiempo cocinándose.

Consciente de que sus palabras no iban a gustarle a su exsocio, Trump ha avanzado lo que parecía inevitable: «Musk todavía no ha dicho nada malo de mí, pero creo que será lo siguiente». Musk le ha dado la razón en otro mensaje: «Cuánta ingratitud», se ha lamentado el fundador de Tesla, que también ha tachado de «falso» que estuviese al tanto del contenido de la ley. «¡Este proyecto de ley no se me ha mostrado ni una sola vez y fue aprobado en plena noche tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo!», le ha espetado. «Qué mentira más obvia. Qué triste», ha añadido en otro de los muchos mensajes que ha escrito al respecto, convirtiendo la disputa en un agrio partido de tenis.

Pero no contento con eso, Musk ha disparado en el terreno personal. «Es hora de lanzar la gran bomba. Donald Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la razón de que no se hayan hecho públicos», ha publicado, obviando que el tribunal decidió mantener secretos los nombres de las personas que tuvieron una relación circunstancial con el empresario del cine sin que por ello estuviesen involucrados en ningún caso de pederastia.

Por si fuese poco, el rifirrafe puede tener importantes consecuencias económicas, porque Trump ha contraatacado dejando caer que la mejor forma de ahorrar miles de millones sería «cancelar los contratos de Elon con el Gobierno», a lo que Musk ha respondido de inmediato anunciando el fin del programa espacial Dragon. Además, ha contestado ‘sí’ a un ‘tuit’ que pedía la expulsión de Trump de la presidencia y su sustitución por JD Vance, y ha lanzado una predicción que puede hacer mucho daño en la Casa Blanca: «Los aranceles de Trump provocarán la recesión en la segunda mitad del año».

Tras su romance en campaña y durante los cinco meses largos de la presidencia actual, Musk y Trump se han quitado hoy los guantes. «¿Dónde está este hombre hoy? ¿Le ha sustituido un doble?», se pregunta el primero publicando un mensaje repleto de viejas frases de Trump que, aparentemente, Musk considera que chocan con sus políticas económicas actuales.

No en vano, ese está siendo el principal punto de fricción entre los dos: «En fin. Que mantenga los recortes a los incentivos para vehículos eléctricos y la energía solar en el proyecto de ley, aunque no se toquen los subsidios al petróleo y el gas (¡muy injusto!), pero que elimine la montaña de basura repugnante que incluye», escribió el hombre más rico del mundo. Su principal crítica es la previsión de que la nueva ley dispare el déficit publico hasta los 2,5 billones de dólares.

Síndrome de trastorno de Trump

«Hemos tenido una gran amistad, pero no sé si la mantendremos en el futuro», ha comentado Trump frente a los periodistas, atónitos porque ha pronunciado sus palabras en el mismo lugar en el que, hace solo unos días, había dedicado palabras halagadoras a Musk con motivo de su marcha del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en cuyas manos Trump había dejado el polémico adelgazamiento de la Administración.

Trump ha reconocido que Musk no es el único alto cargo que se va de su Administración con cajas destempladas y adquiere «una actitud hostil». Es más, en su mejor tradición, incluso ha bautizado este proceso como ‘síndrome de trastorno de Trump’. Le ha afectado fuertemente a Musk, porque no ha dudado en proponer la creación de un nuevo partido político. «Uno que represente al 80% de la población en el centro». Y ha hecho una encuesta para que sus seguidores dejen su opinión al respecto. «No me importa que Musk se vuelva contra mí, pero tendría que haberlo hecho hace meses», ha sentenciado Trump.