
Doce temporadas de blanquillo, 302 partidos y 103 goles. El alfareño Arturo Fernández es ya parte de la historia del equipo de su localidad y … analiza las claves de la gran temporada blanquilla.
– ¿Qué significa haber vestido en más de 300 partidos la camiseta blanquilla?
– Empecé en el primer equipo con 18 años, nada más salir del juvenil, cuando Arévalo me dio la oportunidad. Desde entonces, nunca he valorado la oportunidad de buscar otros aires. Estudié cerca, en Soria, y he trabajado siempre cerca, en San Adrián y ahora en el Hospital de Calahorra. Siempre he estado muy cómodo en Alfaro con mi familia, mi novia, mis amigos, que son socios e ir al partido es sagrado… ¡Y me siento querido! Representar a tu pueblo es bonito, me llena. Significa mucho para mí.
– ¿Cómo se consigue llegar a esa cifra?
– La lesiones graves me han respetado, más allá de los esguinces o roturas musculares habituales. Y este año, la rotura en el pie que me apartó en el primer partido de la temporada por tres meses. Siempre he jugado de blanquillo, salvo el primer año de juvenil, que jugué con el Ciudad de Alfaro en Territorial, tras una temporada en la que sufrí un esguince mal curado y un problema en la planta del pie. Me vino bien para recuperarme y coger rodaje para pasar al año siguiente al juvenil del Alfaro, en Nacional. Al terminar esa etapa, ya pasé al Tercera.
– En 302 partidos, 103 goles.
– Y eso que nunca había sido delantero hasta que comencé con el primer equipo en Tercera. Siempre jugaba de medio centro o media punta. Eso sí, hacía muchos goles. Comencé en el Alfaro de extremo junto a Chacón, me moví otros años a mediapunta y los entrenadores me fueron poniendo de delantero al ver que marcaba goles. Me siento más cómodo de mediapunta, viendo todo el juego y pudiendo dar el último pase. En los últimos cuatro años he ido adaptándome, buscando mi sitio y también me siento cómodo.
– ¿Hay alguno especial?
– Recuerdo un gol desde el medio campo para ganar 0-1 en Arnedo, otro de chilena en La Estrella, uno de cabeza en Zubieta…
– ¿Ha cambiado el fútbol en estas doce temporadas?
– En mis primeros años, la Tercera era más exigente, con grandes equipos como el Haro, Calahorra, SDL, Varea, Náxara, Anguiano… Quedábamos sextos, séptimos en una categoría muy exigente. Hace dos temporadas, me estrené en Segunda Federación y ahí noté el cambio de calidad, nos exigía más. En esta campaña, hemos estado a la altura a nivel físico y hemos competido todos los partidos, además de contar con muy buenos jugadores que han mejorado respecto a la anterior campaña en Segunda Federación.
– La 2022-2023 fue su primera temporada en Segunda Federación. ¿Cómo fue subir con el equipo de su pueblo?
– ¡Impresionante! Fue un sueño. Disputamos tres finales en tres fines de semana consecutivos. Pasar cada eliminatoria y celebrarlo nos unió más como equipo. La definitiva, en Navalcarbón ante un histórico como el Lealtad, fue un premio. Quizá ha sido el partido más importante de mi carrera. Éramos una piña, competimos, aguantamos el empate, que nos servía, y logramos el sueño.
– Tras descender, logran regresar a Segunda Federación el pasado verano al no lograr el ascenso la UDL. ¿Cómo se ha conseguido la permanencia?
– Sumar siete piezas importantes a la base del equipo de la pasada temporada en Tercera nos ha dado un salto de calidad y nos ha hecho competir todos los partidos. Aunque fuera de casa nos ha costado más, hemos competido e incluso ganado a los primeros en La Molineta. Y hemos sacado puntos con todos los de abajo.
– ¿Les ha sorprendido el rendimiento del equipo?
– Si me preguntan en agosto, busco dónde firmar para lograr la permanencia a tres jornadas del final. Pero nos hemos sentido un equipo sólido desde el principio. No hemos dormido ni una sola jornada en descenso directo. Siempre que hemos tenido un bache, a la siguiente jornada hemos dado la talla y nos hemos repuesto. En esta categoría es muy importante no entrar en un bucle negativo. Es una liga de dinámicas, de rachas. Hay que buscar inercias positivas, como la que tuvimos de nueve partidos sin perder.
– Usted sale de trabajar y va directo a entrenar cada tarde. ¿Cómo consigue compensar el Alfaro esa condición de sus jugadores frente a equipos profesionales y con mucho más presupuesto?
– Con un grupo humano muy unido, como hemos conseguido en los últimos años… con muy buen rollo. Hay ocasiones en las que sí se nota que te mides a jugadores que se dedican exclusivamente a esto. Pero el sentimiento de pertenencia de jugadores que somos de Alfaro o que llevan muchos años en el equipo da ese plus a la hora de jugar un partido que igual no tienen otros equipos profesionales. Además, claro, hay que entrenar bien, competir y darlo todo sabiendo quién eres… uno de los equipos con menos presupuesto de la categoría. Pero, cuando ves que compites de tú a tú contra cualquier equipo e incluso les ganas, la ilusión nos mueve como equipo. Salimos al campo liberados, a disfrutar y a competir.
– ¿Y el futuro, de blanquillo?
– Yo estoy feliz jugando. Este año ha sido complicado por la lesión en el pie en el primer partido. Fueron tres meses de recuperación y búsqueda de volver a coger ritmo, la chispa de partido en una categoría tan exigente. Y estoy acabando bien la temporada. Mientras me vea que puedo jugar, me gustaría seguir.
Enlace de origen : «El sentimiento de pertenencia nos da un plus frente a equipos profesionales»