El sueño de Patricia Sacristán comenzó cuando era muy pequeña. Una mañana de Reyes entre sus regalos aparecieron un capote y una muleta. Aquel presente … trajo días de entrenamientos en los que Sacristán compartía anhelos con su tío Juanjo. Juntos imaginaban faenas, veían una y otra vez vídeos de grandes toreros como su ídolo Diego Urdiales. Poco a poco la técnica fue abriéndose paso entre las ganas de una niña que se sentía feliz toreando. Llegó la prueba de fuego, Patricia se puso delante de una becerra y, lejos de causarle miedo por la dificultad de un mundo duro cuyo camino está lleno de más espinas que rosas, quiso más.
Cada día era un pasito más. La familia Lumbreras le abrió de par en par las puertas de su casa, la finca Río Bravo, en Villamediana de Iregua. No hubo un tentadero en el que Sacristán no estuviera haciendo la tapia aprendiendo de diestros como Gómez del Pilar, Sánchez Vara o Alberto Lamelas. Patricia, que recibió consejos de toreros bregados frente a toda clase de hierros, toreó en Navarrete, también en La Ribera de Logroño e incluso participó en el Bolsín Taurino de La Rioja. El pasado septiembre alcanzó otra meta: la del debut de luces en Calzadilla, Cáceres.
La joven, que ha sido alumna de la Escuela Taurina de Palencia durante cuatro años, ha contado siempre con la ayuda del picador Jorge Martínez, ‘Ramitos’, su fiel escudero que le ofreció el debut en Francia y la oportunidad de estoquear su primer astado.
Sacristán ha hecho historia en la tauromaquia riojana y siempre podrá decir que fue finalista del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo. Este martes la joven anunciaba en sus redes sociales que su camino como profesional en la tauromaquia ha terminado. «Llegó ese día que nunca esperé que llegase tan pronto», comenzaba diciendo la publicación en la que se suceden imágenes que resumen su trayectoria, «he cumplido muchos sueños y he sido muy feliz», continúa. «Llega el momento de separar nuestros caminos. Aquí me tenéis para todo lo que necesitéis. Nos seguiremos viendo en las plazas, aunque sea de diferente forma», reza el texto en el que la riojana agradece el apoyo de estos años a su tío y a los taurinos ‘Ramitos’ y Francisco Javier Expósito, además de a la familia Lumbreras y a su escuela taurina.
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