
Donald Trump redobla su ofensiva contra Canadá. El presidente estadounidense ha anunciado este martes que duplicará los aranceles que prevé imponer al acero y al … aluminio procedentes de su vecino del norte. De esta forma, a partir de este miércoles, pasarán a estar gravados con un 50%. La reacción del líder estadounidense nace en respuesta a la decisión de la provincia canadiense de Ontario de encarecer un 25% la electricidad que vende a su país vecino. «En vista de que Ontario ha impuesto un arancel del 25 por ciento a la electricidad que entra a EE UU, he dado instrucciones a mi secretario de Comercio (Howard Lutnick) para que añada un arancel adicional del 25%, hasta el 50% por ciento, a todo el acero y aluminio que entren en EE UU procedentes de Canadá», ha explicado.
Por otra parte, Trump ha precisado que «en breve» declarará la emergencia nacional sobre la electricidad en la zona «amenazada» por esta reciente medida, lo que permitirá a Washington «hacer rápidamente lo que se debe hacer para aliviar esta amenaza abusiva de Canadá». En esta línea, ha amenazado con imponer a Canadá una batería extra de tasas si no retira sus «aranceles atroces». Y ha apuntado directamente a un «aumento sustancial» a partir del 2 de abril del gravamen a los automóviles que ingresan al país. Esta medida está encaminada a «cerrar permanentemente el negocio de la fabricación de automóviles en Canadá».
El presidente estadounidense ha denunciado que Canadá «paga muy poco» por su seguridad nacional y «depende» de EE UU en materia militar. Un asunto para el que Washington está «subsidiando» a Ottawa con «más de 200.000 millones de dólares al año». «Esto no puede continuar, lo único que tiene sentido es que Canadá se convierta en nuestro querido estado 51», ha defendido.
No es la primera vez que Trump bromea con esta idea, ya la sugirió a finales de noviembre en una cena en su complejo de Mar-a-Lago a finales de noviembre, cuando sugirió, según ‘Fox News’, que la fusión de las naciones resolvería sus preocupaciones sobre el tráfico de fentanilo y frenaría el flujo de migración ilegal, un problema que afecta en gran medida a la frontera sur de EE UU.
«Esto haría que todos los aranceles y todo lo demás desaparecieran por completo. Los impuestos de los canadienses se reducirán sustancialmente, estarían más seguros, militarmente y en otros aspectos, que nunca antes, ya no habría problema en la frontera norte y la nación más grande y más poderosa del mundo sería más grande, mejor y más fuerte que nunca, y Canadá sería parte de eso», agregó este martes. En este sentido, Trump aboga ahora por borrar la «línea artificial de separación trazada hace muchos años» entre ambos países, lo que produciría la nación «más segura y hermosa del mundo, y el himno canadiense serviría para representar a un gran y poderoso estado dentro de la nación más grande que el mundo haya visto jamás».
Otra jornada de ventas en Bolsa
El enésimo órdago de las políticas proteccionistas de Trump contra Canadá volvió a pesar, una jornada más, en el ánimo de los inversores. Tras el batacazo bursátil del lunes, cuando las Bolsas sufrieron una oleada de ventas a ambos lados del Atlántico con el pánico a una recesión en EE UU como telón de fondo, los principales índices bursátiles están digiriendo con más pérdidas el nuevo anuncio. Si bien las caídas no son tan pronunciadas como el lunes, cuando el Nasdaq se desplomó un 4% -hoy el S&P 500 retrocede un 0,5% y el Dow Jones casi un 1% mientras el índice tecnológico repunta un 0,2%.
Los analistas apuntan a que la máxima volatilidad en este mercado y la incertidumbre sobre las políticas arancelarias y la estrategia geopolítica de Donald Trump ha acelerado el trasvase desde las acciones estadounidenses a las europeas, menos sobrevaloradas en algunos casos y donde ahora se observa potencial en compañías ligadas a sectores como el de defensa.
Los principales mercados del Viejo Continente repiten una jornada más en números rojos. El DAX alemán es el que menos pierde, con un 0,7%, frente a los descensos, superiores al 1%, para el Eurostoxx, el CAC francés o el Ibex-35, que pierde la cota de los 13.000 puntos. Dentro del selectivo, IAG y Grifols se anotan pérdidas de más del 7%, seguidos de Amadeus, con más de un 5%. Las caídas de los valores ligados al turismo están más relacionados con el desplome del 10% que está sufriendo la aerolínea estadounidense Delta, tras advertir de unas previsiones peores de lo esperado para el primer trimestre del año. En el lado contrario se sitúan valores energéticos como Endesa, Acciona Energía o Iberdrola, con repuntes de entre el 0,1% y el 1%.
Al margen de las Bolsas, donde se está observando una mayor reacción al temor a la desaceleración en EE UU es en el mercado de divisas. Con la debilidad del dólar, el euro coge carrerilla y el cruce entre ambas monedas llega a rozar los 1,10 dólares, por primera vez desde la victoria electoral de Trump.
El movimiento apunta a que los inversores empiezan a descontar ya que la Reserva Federal de EE UU tendrá que plantearse retomar las bajadas de tipos de interés para evitar la recesión. Una idea que hasta hace pocas semanas estaba completamente descartada. Es más, el organismo presidido por Jerome Powell se ha mantenido siempre firme frente a las amenazas de Trump que, ahora -y aunque sea a costa de un menor crecimiento- podría alcanzar su objetivo de forzar a la Fed a los recortes en la tasa de referencia.
EE UU vs Europa
A la fortaleza del euro -que la semana pasada subió casi un 4,5% frente al dólar y ya avanza más de un 6% desde mediados de febrero cuando rozó la paridad- también contribuye ese cambio estructural en la estrategia de inversión en Europa, con una política fiscal que ahora pasará a ser expansiva para fortalecer el sector defensa y que podría hacer renacer de nuevo a la economía alemana.
«Alemania se enfrenta a graves problemas estructurales, desde el fin del gas ruso a bajo coste hasta el colapso de la industria automovilística y la falta de demanda de China, un mercado clave. Pero los consumidores alemanes han respondido fomentando el ahorro y reduciendo lo que gastan y la perspectiva de una inyección fiscal sostenida debería aumentar la confianza de los consumidores y animarlos a comprar», apunta Steven Bell, economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, en una nota a clientes.
Cautela en la tormenta
En todo caso, el consenso opta por la prudencia. «Es probable que el mercado siga manteniéndose muy errático a corto plazo, marcado por la preocupación sobre la situación geoestratégica y el efecto de la política arancelaria en las cifras futuras de crecimiento, inflación y, eventualmente, en los beneficios empresariales», indican los analistas de Bankinter.
Con ese telón de fondo, los inversores huyen del riesgo y se centran en activos considerados refugio como el oro que, frente a las fuertes caídas que estas semanas están registrando los criptoactivos como el bitcóin, está viviendo su particular rally. El precio de la onza en el mercado de futuros no hace más que renovar máximos, acercándose ya a la barrera d elos 3.000 dólares.
«Dada la actual inestabilidad geopolítica y la escasa visibilidad en materia de derechos de aduana, parece que el contexto sigue siendo especialmente alentador para activos como el oro o el franco suizo», apunta François Rimeu, estratega de la firma Crédit Mutuel AM.
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