El Papa Francisco, que lleva desde el 14 de febrero ingresado en el Policlínico Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, comienza a vislumbrar el … final de su hospitalización. Tras una semana sin sufrir nuevas crisis respiratorias, los médicos decidieron este lunes levantar el pronóstico reservado, aunque el Pontífice tendrá que permanecer todavía algunos días más ingresado para continuar con el tratamiento, sin especificarse cuántos serán.
Ya no temen que esté en peligro inminente, aunque siguen considerando a Jorge Mario Bergoglio un paciente con un cuadro clínico «complejo» debido a la «importante infección» polimicrobiana que presentaba cuando llegó al Gemelli, a sus 88 años de edad y a sus enfermedades pulmonares crónicas. El último parte de los doctores del Gemelli, dado a conocer 48 horas después del anterior, destacó que las condiciones del Pontífice «continúan estables» y subrayó la «ulterior consolidación» de la mejoría registrada en las jornadas anteriores.
La confirmación viene tanto por la ausencia de nuevos episodios de insuficiencia respiratoria, como por los resultados de los análisis de sangre y por la «objetividad clínica» y «buena respuesta» a la terapia farmacológica. El hecho de haber superado la fase más crítica de la enfermedad permitió al Papa conectarse en video con el Aula Pablo VI para seguir desde un sillón los ejercicios espirituales en los que participan esta semana los dirigentes de los distintos departamentos de la Curia romana. Francisco siguió tanto la sesión de la mañana como la de la tarde.
Fisioterapia activa
Durante el día, en el que alternó la oración con el descanso, recibió la Eucaristía y estuvo un tiempo rezando en la pequeña capilla situada junto a su habitación, ubicada en la décima planta del Gemelli. También dedicó parte del tiempo a realizar fisioterapia motora activa, con la que se trata de que mejore su movilidad cuando ha superado ya las tres semanas de hospitalización.
Realiza igualmente ejercicios respiratorios para tratar de potenciar su respuesta muscular en caso de que tenga nuevas crisis respiratorias. Éstas tratan de prevenirse además con un apoyo en la respiración: por las noches tiene una «ventilación mecánica no invasiva», mientras que durante el día recibe un suministro de oxígeno «de alto flujo» por medio de unas cánulas nasales.
Desde su habitación en el Gemelli, Francisco también dedica tiempo al trabajo y a seguir la actualidad con la lectura de periódicos. De hecho, según aseguraron fuentes vaticanas, está al corriente de las graves inundaciones sufridas por los habitantes de la ciudad argentina de Bahía Blanca debido a las fuertes lluvias, que dejan 16 muertos y dos personas desaparecidas.
Enlace de origen : El Papa comienza a vislumbrar el final de la hospitalización