Lunes, 27 de enero 2025
Las bodas han evolucionado con los tiempos. Las ceremonias civiles sacaron las bodas de los templos y abrieron un mundo de posibilidades que también han explorado los banquetes nupciales. En muchos casos, los novios tratan de ofrecer a sus invitados escenarios novedosos y apuestan por un cátering en un atractivo lugar.
Estas circunstancias han agudizado el ingenio de los profesionales de los servicios de cátering que se han sabido adaptar a las circunstancias sin perder un ápice en la calidad del servicio y contribuyendo a que los invitados vivan casi una ‘experiencia’ en un ambiente único que contribuya a que la celebración sea bien recordada.
Para enmarcar la celebración cobran relevancia aspectos como la decoración floral o incluso la elección de la cubertería o mantelería para vestir las mesas. Estos detalles antes quedaban fuera de los servicios prestados por las empresas de cátering, pero ahora las firmas especializadas las incluyen entre su catálogo para poder diseñar una celebración completamente personalizada al gusto de los novios.

Pero en las bodas, no sólo han cambiado los escenarios tanto de la ceremonia como de la celebración posterior, sino que también han evolucionado los gustos culinarios. Los profesionales del cátering saben bien que se han abandonado las viejas costumbres de los menús cerrados. Ahora se imponen los gustos de los novios y para ello se personaliza cualquier opción. Los clásicos y pantagruélicos ejemplos de la cocina tradicional (con el tradicional esquema de aperitivos en el cóctel, y en la mesa: entrantes, carne y pescado, además del postre) conviven con ejemplos excelentemente presentados de cocina fusión e incluso se abren posibilidades hasta ahora no tan valoradas de comida vegana, vegetariana, sin gluten…. para cubrir todas las demandas y satisfacer a todos los invitados.
De la misma forma, tanto para el momento de los aperitivos como para las celebraciones tipo cóctel, en los últimos tiempos han surgido las ‘estaciones’ temáticas con mesas en las que se sirven desde quesos, jamón recién cortado o se abren ostras a petición, a otras que necesitan el toque final del cocinero como carnes a la brasa, mariscos a la plancha, o incluso pastas y arroces.

En ocasiones, estas mesas o estaciones reaparecen en los momentos finales de las celebraciones (para las recenas) para servir hamburguesas, perritos calientes, etc. antes de la despedida.
Visualmente, las presentaciones de los platos han evolucionado sustancialmente respecto a los últimos años y uno de los momentos en los que más se puede apreciar es a la hora de servir los postres, algunos de los cuales se han convertido en casi obras de arte. Ya no sólo se valora el sabor (obviamente, aspecto principal) sino que la atracción arranca ya en el primer impacto visual. Aquí también suele ser habitual, si la celebración es ‘de pie’ la ubicación de diferentes estaciones en el escenario del banquete con mesas para coloridas tartas, helados artesanos, brochetas de fruta, bollería como donuts, etc.
Algunas variables, que hasta hace poco no se valoraban, forman parte ahora de la ecuación de la celebración más exitosa. Capítulos como la sostenibilidad son ahora muy tenidos en cuenta a la hora de elegir tanto el escenario, como al optar por el uso de materiales reciclables o por fórmulas que minimicen el impacto en el entorno (entre otras cosas controlando la generación de desperdicios). De la misma forma, los productos locales (frescos y de temporada) cobran mayor protagonismo para minimizar la huella de carbono que generen.
Firmas como la riojana Deleitte Catering Gourmet asumen todas las tendencias para poder ofrecer a sus clientes una propuesta abierta con la que configurar personalmente ‘su’ celebración, eligiendo desde el escenario y la atmósfera deseada, al menú del que disfrutarán sus invitados.
Enlace de origen : Las celebraciones nupciales más profesionales