Compitió hasta el final el Rioverde Clavijo en la complicada y caliente cancha de Larrea pero sigue sin poder sumar un triunfo fuera de casa. Ganó el Teknei Bizkaia Zornotza por 95-87 y los blanquiazules no pudieron alcanzar un tercer triunfo consecutivo que les … hubiera dado mucho aire. Mejoraron como visitantes los de Ricardo Úriz pero todavía no les da para salir vencedores en cancha contraria, una deuda pendiente que pagar cuanto antes.
Úriz salió con Caleb Fields de titular, dejando en el banquillo al MVP de la pasada jornada, Kevin Torres. Y es que los fichajes del estadounidense y del letón Ricards Vanags permitieron ver un banquillo blanquiazul especialmente poblado.
No fue el mejor estreno del nuevo escolta capitalino, que vio cómo en cinco minutos su equipo había encajado ya 19 puntos. Era una sangría ofensiva la de un Zornotza muy acertado desde el triple y que encontraba demasiadas facilidades en la defensa visitante. No estaba precisamente contento el técnico navarro del Clavijo, que había valorado la mejoría de los suyos en las últimas semanas gracias al trabajo atrás. Los 31 puntos recibidos en el primer parcial dejaban en mal lugar al Rioverde.
Cardaci abría el segundo parcial con un triple y ponía a los suyos con una renta máxima (34-22). Pero Úriz había llamado ya la atención a los suyos, que subieron la intensidad y el ritmo. Poco a poco, los blanquiazules se fueron acercando endureciendo el partido, ayudados por Vanags (47-45). Pero los despistes finales visitantes volvieron a disparar al Zornotza (55-47). Meana, Cardaci y Mazaira habían hecho mucho daño, combinándose para anotar 38 puntos.
Sin embargo, la salida de vestuarios de los riojanos fue muy buena. En apenas cuatro minutos le dieron la vuelta al marcador y se colocaron por vez primera por delante (55-56). Pero Meana tomó de nuevo el mando del partido y relanzó a los suyos. Mazaira devolvió los diez puntos al Zornotza en la primera jugada del último cuarto. Respondió el Clavijo y el partido se jugaba en un suspiro, aunque los locales estaban siempre dispuestos a castigar los errores de su rival. Y una falta sumada a una técnica de Querejeta fueron el primer paso de una nueva herida abierta que parecía ya mortal de necesidad (87-75).
Hizo un último intento el Rioverde. No le bastó. Entró en el último minuto con posibilidades pero el Zornotza recurrió al seguro que tiene con Mazaira que certificó el triunfo de los vascos. La mejoría del Clavijo no es suficiente para ganar.
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