Verstappen se acerca a su cuarto Mundial y descarta la candidatura de Norris

Sumar Brasil y lluvia es garantía de carrera inesperada, máxime cuando se tuvo que disputar la clasificación unas horas antes. Así era imposible prever que fuera a ganar esta carrera un Max Verstappen que salía 17º, con Esteban Ocon y Pierre Gasly completando el podio y sumando 33 puntos para Alpine, su mejor resultado en años.

Norris, sin paliativos, mal. Acabó 6º después de verse incapaz de aprovechar ninguno de los múltiples incidentes que hubo en esta carrera, en la que llegaba para dar un mordisco casi letal al título que, ahora, se escapa. No puede salir satisfecho, como tampoco los españoles: Sainz se estrelló y Alonso acabó penúltimo, con dolores en la espalda por el rebote constante de un Aston Martin claramente mal calibrado.

Caos antes, durante y después de la salida

La clasificación, pospuesta del sábado al domingo por la lluvia, dejó una parrilla comandada por Lando Norris. Fue lo único normal, porque por detrás salían George Russell y los inesperadísimos Yuki Tsunoda, Esteban Ocon o Liam Lawson. Estas posiciones resumen perfectamente lo caótico de la jornada, marcada por la lluvia desde el primer momento de la mañana. Con Verstappen saliendo 17º, Sainz desde el pitlane o Albon abandonando porque a los mecánicos no les había dado tiempo a reparar su Williams accidentado (a los de Aston Martin con Alonso o Stroll, sí), se preveía una arrancada caótica.

Pero es que el caos llegó antes de la propia salida. En la vuelta de formación, Stroll demostró por qué es uno de los peores pilotos de la parrilla y se estrelló no una sino dos veces. La segunda fue la definitiva, cuando se quedó empanzado en la grava. Salida abortada, todos a la parrilla… e investigación a Norris. Al ‘poleman’ (y a otros cuatro pilotos) le advirtieron por saltarse el semáforo anterior, algo que podría haber mirado en otros pilotos pero que, sin embargo, decidieron dejar correr.

Diecisiete minutos después de la hora prevista, que aún así fue 13 antes de la inicialmente agendada antes de este sábado, se tomó la segunda salida de la jornada, con la lluvia ya apareciendo en la pista. El invitado que querían evitar se presentó igualmente, la lluvia, lo que añadió un extra de picante para la arrancada.

Bien fuera por el agua o porque, sencillamente, no se le da bien, la pole de Norris duró escasos metros. Como ya ha pasado varias veces, en esta ocasión fue Russell el que le arrebató el primer puesto al de McLaren, que se vio forzado a atacar habida cuenta de que Verstappen tenía que remontar desde la 17ª posición. El de Red Bull, que nada muy bien en este tipo de mares, tardó apenas 5 vueltas en asomarse al ‘top 10’, hasta verse frenado por Piastri en la 7ª posición. El compañero de Norris debía frenar el avance del gran ‘enemigo’ de McLaren, pero fue incapaz de ello. De hecho, apenas le duró media vuelta Piastri a un Verstappen cuyo objetivo era llegar al ‘top 5’ antes del ecuador de la carrera.

La lluvia despierta la carrera y coloca a Ocon primero

Llegó el ecuador de la carrera en un momento crítico. La pista empezaba a secarse, pero no lo suficiente como para poner neumáticos de seco. La previsión de que iba a caer más agua estaba cada vez más cerca, por lo que varios pilotos se pusieron a plantearse un dilema: esperar en pista para ver si llegaba el agua o una bandera roja, o cambiar neumáticos. En este último caso, ver qué ruedas poner.

Al final, se tomó la decisión por otra vía. Primero, Nico Hulkenberg trompeó y provocó que desplegaran el coche de seguridad, pero volvió a pista (tras ser ayudado por los comisarios, lo que le provocó la descalificación). Ese no fue el incidente más serio, sino el de Franco Colapinto que, mientras sobre el circuito jarreaba con violencia, perdió el control de su Williams y lo estrelló con violencia contra las protecciones. La bandera roja y el parón se hicieron obligatorios.

Como varios pilotos habían parado en boxes y otros no, al final el gran beneficiado fue el inesperado Esteban Ocon. El de Alpine entró como líder de la carrera, con Verstappen segundo y Gasly tercero, Norris cuarto, Russell quinto… Ver a los dos pilotos de Alpine ahí arriba era garantía de inesperado espectáculo cuando decidieran retomar la carrera, con el coche de seguridad como liebre para garantizar la seguridad.

En la reanudación, Norris se inmoló. Una salida de pista después de que el coche de seguridad se retirara le hizo ceder dos posiciones con el ‘top 3’. Bueno para Verstappen que, además, vio otro coche de seguridad. Y ahí es donde consumó el éxito.

Zarpazo al Mundial

Ocon sabía que no iba con él la batalla. Aunque era muy goloso intentar sujetar a Verstappen, no le puso muchos impedimentos cuando el neerlandés le arrebató el primer puesto para ir hasta el final en primera posición. Bien le valía al francés y a su compañero Gasly completar el podio, el mejor resultado sobrado de Alpine desde hace años.

Mucho peor fue para Norris. El que iba a dar un zarpazo al Mundial vio cómo Verstappen se ponía primero mientras él esquivaba por la mínima el accidente contra Russell, lo que a su vez le hizo caer a la 7ª plaza. De no recibir la orden Piastri de que dejara pasar a su compañero, hubiera cedido otro punto más con un Verstappen que ya se sabe prácticamente campeón.

En cuanto a los españoles, mal sin paliativos. Sainz acabó contra el muro en cuanto la carrera se puso en marcha, poniendo el broche a un fin de semana para olvidar. Fernando Alonso, con un Aston Martin que ni está ni se le espera, acabó penúltimo de los 15 que llegaron a las 69 vueltas de esta carrera. Un trompo final le condenó cuando estaba pugnando por los puntos, pero decidió acabar el Gran Premio por los mecánicos y su trabajo para prepararle el coche. Aunque no dé para mucho más.

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