El puente logroñés que copiaron en Bolivia

Después de pasear la zona, el ingeniero navarro Javier Manterola, fallecido este domingo 12 de mayo en Madrid, presentó, para el cuarto puente de Logroño, una solución única en el mundo hasta ese momento. Las aceras se separaban de la calzada para convertirse en pasarelas peatonales quedaban sujetas con los tirantes que venían del arco central.

Así se estrenaba el navarro, un primer espada de la ingeniería civil española, en La Rioja. Tenía entonces -hablamos del año 2000- 64 años y contaba en su haber con puentes internacionales aclamados, como el de las Ventas en Madrid, el de Euskalduna en Bilbao o el de Papaloapan en México.

Su solución, que materializó con Ferrovial y que tenía un presupuesto de 1.700 millones de pesetas, compitió con otras ocho. El alcalde del momento, Julio Revuelta, decía de este puente que aspiraba a ser un referente de la ciudad. Luego, él mismo, al terminar su mandato al frente del Consistorio y dejar en el salón de retratos un cuadro con su imagen, quiso acompañarla con un perfil de este puente.

El cuarto puente acompaña al alcalde, Julio Revuelta, en su cuadro en el salón de retratos de la casa consistorial

El cuarto puente acompaña al alcalde, Julio Revuelta, en su cuadro en el salón de retratos de la casa consistorial

La apertura del cuarto puente, bautizado oficialmente como Sagasta, fue abierto el 30 de abril de 2003 en un doble acto que consistió en el corte de la cinta inaugural por la mañana y la quema de fuegos artificiales por la noche, todo un alarde para dar la bienvenida a la hasta ahora última infraestructura ideada para saltar el Ebro.

Noticia relacionada

El puente único de la capital riojana tuvo su réplica en Bolivia, en el municipio de Tarija, donde se presentó, en aquel caso para cruzar su río Guadalquivir, un viaducto tan, tan parecido, que el mismo Manterola no tuvo muchas dudas al verlo. «Me han copiado por las buenas. La copia es muy frecuente en nuestra profesión, me lo han hecho tantas veces que…», decía el mismo ingeniero una vez vista la documentación remitida por Diario LA RIOJA.

Un periodico boliviano se hacía eco de la polémica del puente de Tarija

Un periodico boliviano se hacía eco de la polémica del puente de Tarija

Nadie litigó, ni el ingeniero ni el Ayuntamiento. Y pese a que el aspecto del puente no dejaba lugar a dudas, Manterola decía que los planos reflejaban un puente de hormigón, cuando el de Logroño es metálico, que los elementos transversales presentan ligeras diferencias…

Si bien al poco Logroño empezó a trabajar en otros proyectos para unir las dos orillas del Ebro, tales como el quinto puente por la calle San Millán que iba a hacer Juan José Arenas, lo mismo que la nonata pasarela que uniera El Cubo con Las Norias, el de Manterola, dos décadas después, sigue siendo el último puente de Logroño.

Enlace de origen : El puente logroñés que copiaron en Bolivia

Scroll al inicio